El etnógrafo

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La postergada comunidad wichi

La película se encarga de contar, con acertados elementos cinematográficos, la vida del inglés, que renunció a las posibilidades de su país, para internarse en el norte argentino y luchar por niños, mujeres y hombres, que no saben cómo defenderse de los que lo invaden, o de las autoridades que poco o nada entienden de su cultura y creencias.

La etnografía es una de las ramas de la antropología social y esto es lo que pone en práctica, en el lugar en que vive el antropólogo inglés John Palmer, quien llegó hace más de treinta años al Chaco salteño.

Palmer viajó primero a Salta, según comenta, con un doctorado de la Universidad de Oxford, para dedicarse a estudiar a la comunidad wichi. Poco después se enamoró de una mujer del grupo, Tojueia, con la que tuvo varios hijos.

El antropólogo, en la actualidad, es el representante legal de la comunidad de Lapacho Mocho, en el norte argentino y en ese mismo lugar vive con su mujer y sus hijos.

El documental de Ulises Rosell, sigue los pasos del hombre que se preocupa y trata de ayudar a cada uno de los miembros de la comunidad wichi, los que son víctimas del saqueo de tierras, según lo muestra el filme; o visita a un hombre que fue preso porque tuvo un hijo con una chica menor de edad de la comunidad.

UN GRUPO HUMANO

De Ulises Rosell se vieron anteriormente "Bonanza", en la que mostraba la cotidianidad de una particular familia del conurbano bonaerense.

En "El etnógrafo", la cámara de Rosell registra instantes del diario vivir del grupo étnico que se ve expuesto a la más extrema pobreza, por falta de trabajo y de recursos provinciales.

La película se encarga de contar, con acertados elementos cinematográficos, la vida del inglés, que renunció a las posibilidades de su país, para internarse en el norte argentino y luchar por niños, mujeres y hombres, que no saben cómo defenderse de los que lo invaden, o de las autoridades que poco o nada entienden de su cultura y creencias.