El estudiante

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Punto de partida. El Estudiante es una de esas, pocas, películas argentinas que no lo parecen. Puedo citar algunas como Por tu Culpa o Cerro Bayo. Pero en este caso estamos hablando de la ópera prima de Santiago Mitre, quién fue co-guionista junto con Pablo Trapero (productor ahora) en Carancho y Leonera.

Esta película nos presenta a Roque, un chico que viene de un pueblo muy chico, Ameghino, a estudiar a Capital. Pero este es su tercer intento y decide anotarse en la carrera de sociología. - ¿Porqué? - Por que me gusta lo social. Es una de las respuestas que le dá Roque a Paula, profesora adjunta y militante, ante la incertidumbre de la elección. A simple vista parece una respuesta muy vaga pero de a poco tomará sentido.

Al estar cerca de ella Roque comienza a introducirse en el ámbito político de la facultad: elecciones, tranzas, plenarios, chamullo, robo... él mantiene el acento provinciano pero cambia su lenguaje, sabe como moverse, poco a poco se convierte en un hombre político juntándose con las personas adecuadas cuyo plan está armado para conseguir el poder y Roque sabe que ahí tiene un lugar.

Con proyección en dos salas El Estudiante obtuvo el Premio Especial del Jurado en la última edición del BAFICI y en Locarno, y acaba de ser seleccionada para los festivales de Toronto y Nueva York.