El especialista: Resurrección

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

Los héroes de acción tienen algunas características comunes: Jason Bourne, Jack Reacher, James Bond, Ethan Hunt. Arthur Bishop, el personaje protagonista de “El especialista: Resurrección”, segunda entrega de la franquicia, no escapa a la regla: agudo, sabe escapar a tiempo de cualquier peligro, tiene licencia para matar, se sabe poco de él y de su pasado, no tiene conflictos internos y sí pocos matices: termina en segundo, con armas o a las trompadas, con quienes se le enfrenten. Y las sagas que protagonizan tampoco escapan a un patrón común, todo a un ritmo vertiginoso y una trama que avanza imparable gracias al carisma de sus actores y una intriga simple pero entretenida. Bishop, con la ayuda de su intérprete, Jason Statham, tiene todo eso, y un plus: es, además, un ingenioso constructor de gadgets y bombas, y parece desafiar el coraje, el ingenio y el vértigo de todos sus predecesores, trepando paredes, saltando al vacío y colgado de arneses.

   En esta segunda entrega Bishop disfruta del retiro de su trabajo como asesino profesional, pero todo cambia cuando es contratado mediante extorsión para volver al ruedo y terminar con tres delincuentes internacionales. El anzuelo es una chica linda y de buen corazón de la cual se él se enamora, a cargo de Jessica Alba. La dama luego es secuestrada para obligar a Bishop a cumplir su parte del trato y eventualmente rescatarla de sus captores, como un príncipe azul y letal. En ese momento la trama se vuelve episódica, y cada encargo se resuelve de manera ingeniosa y se desarrolla en los lugares más inaccesibles hasta donde Bishop deberá llegar para terminar con la vida de traficantes de armas y de personas.