El encanto

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

El tema de la maternidad o paternidad es uno de los más abordados en la cinematografía mundial. Tiene tantas aristas para tratar como historias de padres e hijos. Muchas de ellas nos presentan situaciones hilarantes, mientras otras nos llevan a reflexionar sobre lo que significa esta responsabilidad, con las alegrías y los miedos que ella conlleva.

El director Juan Pablo Sasiaín y el actor Ezequiel Tronconi, que en esta oportunidad debuta detrás de las cámaras, se conocieron realizando «La Tigra, Chaco», y decidieron llevar adelante este proyecto para ahondar sobre los miedos a ser padre, a crecer y tomar decisiones importantes en la vida.

Es así como nació «El Encanto», film que se centra en Bruno (Ezequiel Tronconi) y Juliana (Mónica Antonópulos), quienes están hace ocho años juntos. Mientras que Juliana siente que es momento de dar un paso más y tener un hijo, él no está seguro de que sea el mejor momento. Rodeado de inseguridades, Bruno comenzará a tomar una serie de malas decisiones que pondrán en juego su relación.

La película va a ahondar en dos reacciones distintas frente a la idea de ser padres. Juliana, a pesar de sus miedos, se siente más segura y confiada, mientras que Bruno se encuentra en una encrucijada entre aceptar la propuesta para continuar con su relación o hablar de sus verdaderos sentimientos. La falta de comunicación real entre la pareja provocará una serie de consecuencias perjudiciales para su vínculo.

Es en la paternidad donde se hará mayor énfasis. Muchas veces, y sobre todo en estos últimos tiempos de deconstrucción y planteamientos sobre el rol de la mujer en la sociedad y la decisión sobre su propio cuerpo, se aborda más el deseo o no de ser madre pero no tanto lo que le ocurre al hombre. Es así como se plantea un interesante abordaje desde esta perspectiva. De todas maneras, la historia cae por momentos en lugares comunes, haciendo que podamos anticipar algunas de las decisiones que tomará el protagonista antes de que sucedan.

Los actores protagónicos están muy bien en su rol, transmiten una buena química en pantalla y sobre todo a Mónica Antonópulos se la siente muy cómoda y natural. En ambos casos se puede percibir de una buena manera la posición de cada uno de ellos en su forma de ser y comportarse. Juliana es más madura y prioriza su trabajo, mientras que Bruno vuelve un poco a la adolescencia con su inmadurez, asistiendo constantemente a fiestas, pensando en viajar y tomando decisiones complicadas.

Existen varios personajes secundarios, algunos de ellos con mayor tiempo en pantalla, mientras que otros realizan pequeñas intervenciones. De todas formas, podemos resaltar la labor de Boy Olmi como el padre de Bruno, un hombre bastante relajado que nos ofrece una mirada interesante sobre la paternidad. Otros también nos muestran su perspectiva, para ir teniendo distintas voces sobre lo que significa tener hijos para cada uno de ellos.

Los aspectos técnicos son muy correctos, sobresaliendo principalmente su fotografía, la puesta de cámara que muchas veces muestra las imágenes a través de un vidrio o espejo y la banda sonora que va acompañando los momentos más dramáticos como también los más alegres y festivos.

En síntesis, «El Encanto» es una película que aborda el tema de la maternidad/paternidad centrándose principalmente en la figura masculina y ahondando en la mirada opuesta de una pareja. Nos ofrece una historia correcta, con buenas interpretaciones por parte de su elenco y un buen acompañamiento de los aspectos técnicos.