El dedo

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Un candidato confiable

En época de elecciones el cine propone cómo elegir al mejor candidato. Eso es lo que ocurre en "El dedo", la opera prima de Sergio Teubal, una suave sátira, bien contada, que cuenta lo que ocurrió en una ciudad de pocos habitantes del interior, cuando tuvieron que votar para designar al primer intendente del lugar.

La película basada en el libro "El dedo de Baldomero" de Alberto Assardourian, se inscribe en un clima de realismo mágico.

Ambientada en la década de 1980, tiene por protagonista, precisamente a "un dedo", el del mejor postulante a ocupar el cargo mencionado, que es asesinato a sangre fría, cuando se lo descubre teniendo sexo a orillas del río, con la mujer de uno de los hombres de esa ciudad de pocos habitantes.

El que se encargará de averiguar lo que ocurrió con el candidato, es su hermano, dueño del almacén, que promete vengar la muerte y para hacerlo, le corta un dedo al muerto y lo guarda en un frasco, que exhibe en su negocio.

COSTUMBRISTA

Entre los sospechosos se ubica el candidato contrario al muerto, un reconocido abogado que tiene arreglos con la policía y del que todos sospechan, sin embargo los resultados terminarán asombrando a todos.

El filme tiene personajes típicamente costumbristas, para los que "el dedo" en exibición en el almacén, se termina transformando en una especie de termómetro de lo que les sucede a todos en ese pueblo, a tal punto que es capaz de pronosticar el futuro.

En medio de ese clima algo disparatado, Teubal no pierde su brújula al ir desarrollando los rasgos de unos y otros, de tal manera que la historia se convierte en un ritual en el que como en "Fuenteovejuna", de Lope de Vega, es el pueblo el que decide.

Con acertadas pinceladas, el director logra guiar a cada uno de sus protagonistas permitiéndoles el lucimiento individual y coral al mismo tiempo.

Entre ellos se destacan Martin Seefeld, como el extraño candidato que esconde un secreto; Gabriel "Puma" Goity, que le aporta una oscuridad sólidamente corrosiva a su papel y Fabián Vena, el hermano que jura venganza, en un protagónico, al que el actor le aporta una convincente originalidad.