El cuidado de los otros

Crítica de Walter Pulero - Cinergia

La culpa es una constante

El cuidado de los otros es la segunda película de Mariano González (previamente filmó Los Globos en 2016) y participó de la Competencia Internacional el pasado Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La obra narra en poco más de una hora una historia dramática en primera persona que pone en la superficie varios temas como la responsabilidad, las relaciones laborales, el perdón y el azar.

Luisa (gran interpretación de Sofía Castiglione) es una joven universitaria que trabaja de niñera y, a la vez, en una fábrica de estatuillas de cerámica. El conflicto se desata cuando Felipe, uno de los niños a su cargo, sufre una grave intoxicación y debe ser hospitalizado. Si bien ella no es completamente responsable de la situación, decide hacerse cargo y queda en medio de algunos dilemas. De un lado su pareja (interpretado por el director de la película) y del otro el papá y la mamá del niño accidentado. Ambas partes atentarán contra el deseo de la protagonista de reencontrarse con Felipe. La escena de Luisa hablando por el portero eléctrico con los niños merece el aplauso de pie.

La película es breve pero su relato tiene mucho peso. Y, sin acudir a giros dramáticos grandilocuentes y rebuscados, deja pensando. Llama a reflexionar sobre la responsabilidad en los trabajos de cuidado, históricamente precarizados y mal pagos en Argentina, pero también sobre el perdón, sobre hacerse cargo de las situaciones azarosas de la vida y -como en casi toda la programación del festival- la maternidad y paternidad.

*Review de Martín Guazzaroni