El cuarto azul

Crítica de Susana Salerno - N3F

Amor, pasión, engaños y crimen.

En la primera secuencia vemos a un hombre y a una mujer despojados de todo, porque se encuentran totalmente desnudos, solo se escuchan murmullos, gemidos, cuerpos transpirados, hasta una gota de sangre, también hay una cuota de un salvajismo moderado, luego del acto sexual apenas intercalan unas palabras. Hasta el toallón rojo colgado en la ventana indica la pasión ardiente de estos cuerpos y todo sucede en una habitación azul de hotel que da nombre a la historia.

A medida que van transcurriendo los minutos nos vamos metiendo en la intimidad de esta dos personas, el director y guionista quien además actúa en ella sabe como ubicar la cámara e ir creando y generando distintos climas, le va dando vital importancia a lo que está relatando, como así también al flashback encadenado de forma brillante que exige una elevada atención por parte del espectador.

En esta pareja de amantes ambos se encuentran casados, ellos son: Julien Gahyde (Mathieu Amalric) casado con Delphine Gahyde (Léa Drucker) y tienen una hija Suzanne Gahyde (Mona Jaffart), trabaja como director en una pequeña empresa agrícola y la amante es Esther Despierre (Stéphanie Cléau, es la pareja del director en la vida real y coguionista de la obra), está casada con Nicolás quien se encuentra muy delicado de salud, ella trabaja en una farmacia en un pequeño pueblo y como dice el dicho pueblo chico infierno grande. Y como en cualquier lugar están los chismosos de la farmacia, bares, comercio, entre otros lugares.

Mucha intriga, suspenso e intensidad llegan con la muerte. Un juicio, el interrogatorio para llegar a la verdad y temas profundos, psicológicos entre amor y odio, el pecado de la tentación extraconyugal, irresistible atracción sexual y situaciones claustrofóbicas. Cuenta con una gran estética, su desarrollo va resultando fascinante, con dosis de magnetismo, acompaña la música, estupenda la fotografía de Christophe Beaucarne que ofrece mucho a su desarrollo, por momentos su ritmo es veloz y también pausado. Estupenda actuación de Mathieu Amalric quien además protagonizó y coescribió la novela. El resto del elenco se desempeña correctamente.