El color que cayó del cielo

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Crítico de cine, ex director del Bafici y codirector de Yo no sé qué me han hecho tus ojos, Sergio Wolf realiza, como hiciera con Ada Falcón, otra poética incursión documentalista, en este caso sobre una lluvia de meteoritos caída en Chaco millones de años atrás que inspiró búsquedas científicas y codiciosas expediciones a lo largo de dos siglos. Con la pertinente alusión del título al relato de H.P. Lovecraft, Wolf busca en el mapa la localidad chaqueña Campo del Cielo, recoge leyendas mocovíes sobre los dioses y la furia del cosmos y las intercala con imágenes de un mediometraje dirigido por Juan Carlos Martínez, integrante de la comunidad mocoví; después se remonta al virreinato y la búsqueda del Mesón de Fierro, el lingote más grande jamás encontrado, para rematarla, ya en la historia reciente, con las investigaciones del catedrático William Cassidy durante los sesenta y las intrépidas incursiones de Robert Haag, comerciante de meteoritos. La polaridad de los norteamericanos Cassidy y Haag –el primero, un noble hombre de ciencia que supo ganarse la amistad de los aborígenes; el otro, un payasesco Indiana Jones– encuentra el dramatismo justo para reavivar, ficcionando lo real, la incandescencia del viejo mito.