El código enigma

Crítica de Lisandro Liberatto - Alta Peli

Benedict Cumberbatch brilla en una biopic de manual.

Alan Turing (Cumberbatch) fue famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis que contenía la máquina Enigma, hecho que dará por finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) con victoria de los Aliados. Pero lejos de convertirse en un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual. La película está co-protagonizada por Keira Knightley, Mark Strong, Charles Dance y Matthew Goode.

Una Mente Enigmática

¿Quien fue Alan Turing? Después de ver El Código Enigma seguro podemos responder unas cuantas preguntas sobre su vida, sus logros y sus secretos, pero la de quien fue realmente quedará inconclusa. Esto se debe a que la biopic del matemático, criptólogo y pionero de la computación pareciera estar más preocupada en cerrar viejas heridas que en indagar un poco más allá de lo que se ve en la superficie.

En los últimos años las biopics (o películas biográficas) se volvieron algo así como una plaga. Las hay buenas, las hay malas y las hay irrelevantes. Y si El Código Enigma zafa de entrar en cualquiera de estos últimos dos grupos es por obra y gracia de Benedict Cumberbatch. El actor de Sherlock y Star Trek En la Oscuridad se luce en el rol protagónico y eleva él solo el nivel de una biografía que tranquilamente se podría haber emitido en el viejo canal Hallmark, especialistas en historias de vida difíciles.

El Código Enigma es lo que podríamos llamar una “biopic de manual”. Es correcta en todos y cada uno de los aspectos. Una fotografía bien cuidada, un acertado diseño de producción y reconstrucción histórica, actuaciones secundarias acordes y una partitura original que se intensifica en los momentos justos. El director Morten Tyldum y su guionista Graham Moore eligieron centrarse en los años que Turing trabajó para el ejército inglés descifrando códigos secretos nazis. Todo esto está contado a través de un largo flashback en el que no faltarán otros flashbacks. Esta vez todavía más lejanos en el tiempo mostrándonos la difícil infancia del personaje. El problema con esto es que dichos flashbacks no aportan absolutamente nada. O mejor dicho, aportan dándonos información que ya conocíamos o habíamos dado por sentado, lo que aparte de innecesarios los vuelve redundantes.

Cuando llega el desenlace no sabemos mucho más sobre Alan Turing que cuando empezamos, más allá de algunos datos de color. Pero lo que sí sabemos -y la película se encarga de recalcarlo con una leyenda antes de los créditos finales- es lo mal que el gobierno inglés se portó con él y otras miles de personas por esos años. Algo que sin dudas no es un hecho menor, pero termina por hacer sentir a la película como un pretexto para pedir perdón y limpiar los pecados cometidos por el estado en aquellos tiempos.

Conclusión

El Código Enigma es una biopic que si bien tiene sus buenos momentos no le aporta aporta nada nuevo al género y hasta termina funcionando mejor como una simple cinta de suspenso. Elevada por una gran actuación de Benedict Cumberbatch y algunas escenas o diálogos que sorprenden por su humor, no busca raspar más allá de la superficie y la bajada de linea final termina por confirmar que los realizadores estaban más preocupados en pedirle perdón a Alan Turing que en contarnos su vida y dejarnos sacar nuestras propias conclusiones. Una biografía con gusto a poco.