El código del miedo

Crítica de Ulises Picoli - Función Agotada

Otra del pelado

Cada vez que uno tiene la posibilidad de ver una película con Jason Statham sabe con qué se va a encontrar. Un código de sinceridad de género, en este caso, del de acción. Películas sencillas. Lo único importante para estas películas y que uno pueda disfrutarlas es encontrar un digno representante de esa estirpe llamada "héroe de acción". En este último tiempo no quedan demasiados, Jason es de esos pocos que restan. Actores que son pura carisma, que te filman una de venganzas, tiroteos, persecuciones, puño (a veces patadas) y cuyos antihéroes de corazón sincero no nos resultan ajenos. Te meten de cabeza en la historia que venden.

Esta empieza con dos relatos que se desarrollan paralelos. En uno está el bueno de Jason que pelea para sobrevivir (en Vale todo, la última tendencia en peleas legales), en el otro, una chinita llamada Mei y que resulta ser un genio. Una mala jugada con apuestas hace que nuestro querido Jason pierda todo, y para no dañar a más gente, se transforma en vagabundo. La niña mientras tanto la pasa peor aún, sin comerla ni beberla la toma la mafia para utilizarla como "contadora".

El comienzo del film va a los tropezones, corte, edición rápida para tratar de dar un vértigo que narrativamente no existe, atropella burdamente con la ansiedad de saberse deudora de lo que vendía en el póster. A eso de la media hora llega el punto en el que en pleno escape la pequeña Mei (ya bajo persecución de la mafia rusa, competidor de la mafia china) a través de los subtes neoyorquinos se cruza con el gran Jason. Tenemos película.

Cuando estalla la velocidad de Statham en los enfrentamientos, sumado a la dureza y seguridad de movimientos ya es otra cosa, él se encarga de que una "típica de tiros" nos resulte atrayente, carisma lo que se dice. Porque el resultado no difiere de ninguna otra de acción, si uno desea tiros, ahí están, también peleas (aunque esta más enfocada al policial que al mano a mano) y alguna vuelta de tuerca, o sea, lo que prometía.

El embrollo de mafia china, rusa, policía corrupta, terroristas y agentes secretos poco interesa, es una forma de mostrar que son todos lo mismo, nada de "los de afuera son los malos", todo es por guita, después de todo, es América.

Si algo hay que rescatar, además del siempre solvente Jason Statham es la franqueza de la propuesta, el póster y el trailer no engañan: una de acción del pelado del transportador. Si eso estás buscando, no hay porque sentirse defraudado.