El código del miedo

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

A la medida de Statham

"El código del miedo" es un producto que ya se puede decir, está particularmente pensado y hecho para el nuevo duro de las pantallas, el pelado Jason Statham. Dedo reconocer que bien ganado tiene su título de nuevo héroe de acción, aunque varios de sus trabajos no sean parte del tipo de cine que más disfruto.
Este trabajo en particular es como "El Transportador" pero con algunos retoques más cools y menos hollywoodenses, con un poco de internacionalización (algo que siempre es bienvenido, al menos por mi parte) en el uso de los idiomas nativos de los personajes intervinientes en el film, en este caso rusos y chinos, y el agregado de violencia fuerte y bien coreografiada.
La trama no es de lo más original... ya hemos visto esta historia varias veces: Una niña genio es perseguida por peligrosos mafiosos que buscan sacar provecho económico de sus habilidades analíticas y matemáticas, matando a todo aquel que intenta interferir con sus planes. Es un concepto muy parecido a de la película "Mercury Rising" de Bruce Willis, en la que debió proteger a un niño autista acosado por asesinos profesionales, para lo cual se trompeó y tiroteó con todo el mundo.
El ritmo de la historia es bastante dinámico y con buenas secuencias de acción, lo que la hace disfrutable más allá de la poca originalidad de la trama. Por suerte "El código del miedo" utiliza algunos buenos recursos fílmicos para mantener interesado al espectador como por ejemplo la frialdad de los protagonistas para asesinar dándole un clima más tenso y menos "pop", los combates cuerpo a cuerpo mezcla de "vale todo" con el kung fu más clásico y por supuesto, un entramado de traiciones y canalladas que llegan a lo más alto de las instituciones que supuestamente están para protegernos (FBI, Policía, Gobierno).
El problema sea quizás la sobre explotación del concepto del "uno contra todos", el anti héroe invencible que saldrá victorioso de todos sus encuentros con sólo algunas lastimaduras menores. Si no se le aplican algunas vueltas de tuerca e innova en la manera de presentar al protagonista, los Transportadores, los Bournes, los Mecánicos y demás cintas de acción, terminarán por contaminar el género como sucedió con las posesiones en el cine de terror.
Con esta zafan, pero hay claras señales de agotamiento en lo fórmula de acción que se viene implementando. ¡A pensar historias creativas!.