El código del miedo

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

En este film dirigido por Boaz Yakin ("Pequeñas Grandes Amigas"), Jason "el pelado" Statham vuelve a lucirse -y a deleitarnos- con lo que mejor sabe hacer: repartir patadas y todo tipo de golpes a través de espectaculares peleas coreografiadas.

En esta ocasión, el actor que en el pasado fue deportista profesional (perteneció al equipo británico de Natación con especialidad en saltos ornamentales) y que en la actualidad es un verdadero experto en artes marciales y kickboxing, encarna a Luke Wright, un luchador de segunda categoría en estas disciplinas (luego nos enteramos que también fue agente de policía) que cruza su camino con Mei (la debutante Catherine Chan), una niña china de 12 años que es perseguida por la tríadas de su país, la mafia rusa e incluso la policía de la ciudad de Nueva Jersey.

Él, que "arruinó" una pelea previamente arreglada, la mafia rusa decide ajusticiarlo para usarlo de ejemplo, matando a su esposa embarazada y amenazándolo con eliminar a cualquier persona con quien entable una relación. Obligado a deambular por las calles como un indigente, el protagonista se convierte en un fantasma al borde del suicidio.

Ella, es una prodigio de las matemáticas que es secuestrada de su casa en Nanjing por las Tríadas, para luego ser trasladada a los Estados Unidos de la mano del líder Han Jiao (James Hong). Allí, la pequeña es utilizada como "contadora" en sus chantajes y extorsiones. Sin computadoras, sin papeles, ella puede contabilizar todos los números en su cabeza, por lo que le dan la combinación que pertenece a una caja fuerte (de allí "Safe", el título original del film) para que lo memorice. Claro que esa valiosa información también le interesa a los rusos.

Entre secuestros y extorsiones, Mei logra escapar y es encontrada por Luke, quien se compromete a proteger a esta joven que no conoce, lo que lo lleva a enfrentarse con las mafias china y rusa, con policías corruptos y con el alcalde de la ciudad y su "asistente". Violentas situaciones que durante el transcurso de una noche lo llevarán a recorrer el bajo mundo de la ciudad para salvar la vida de Mei y redimir la suya propia.

A diferencia de los trabajos previos de Statham, lo que aquí menos importa es el guión, cuya historia resulta un poco floja. Lo que indudablemente sobresale, sobre todo para los que somos seguidores de Statham, son las increíbles escenas de acción a las que se ve inmerso su personaje.