El clan

Crítica de Denise Pieniazek - Revista Ambar

Familia o Clan: donde las apariencias engañan

El Clan es un largometraje escrito y dirigido por Pablo Trapero –autor de Mundo grúa, Leonera, Carancho, Elefante Blanco, entre otras- que narra el caso policial de la familia Puccio, la cual se dedicaba al secuestro extorsivo. La película, ambientada principalmente en la década del ´80, desenmascara lo más íntimo de esta familia, compuesta por Arquímedes (líder de los operativos), su esposa Epifanía y sus hijos Alejandro (el colaborador más activo), Daniel (“Maguila”), Silvia, Guillermo y Adriana. Al tratarse de golpes delictivos complejos (secuestro de personas adineradas y poderosas), la banda operaba con cómplices por fuera del círculo familiar, entre ellos Roberto Díaz. Asimismo, no todos los integrantes de la familia colaboraban con su accionar concreto, sino que algunos lo hacían desde su silencio y complicidad. Comenzaron con los secuestros en los ´70, época en que estaban protegidos por simpatizantes de la dictadura militar. Este caso criminal fue difundido por los medios de comunicación en su momento y despertó el interés del público, así como también el del director, quien tras una larga investigación decidió llevarlo respetuosamente a la pantalla grande.

El Clan con un contexto histórico que involucra uno de los periodos más dolorosos de la historia argentina, expone la crueldad de los secuestros y en algunos casos sus asesinatos, concientizando al espectador acerca de dichos acontecimientos, que por mucho tiempo fueron desconocidos por gran parte de la sociedad. Incluso no todos saben que los secuestros extorsivos a gente adinerada ya eran frecuentes previo a la dictadura militar. En consecuencia, se considera valorable el hecho de que Trapero haya decidido filmar esta temática incluyendo imágenes y audios de archivo que nos ambientan en la época. De igual modo operarán la escenografía y la caracterización de los personajes. Un decorado que junto con los planos-secuencia (un estilema recurrente en el cine de Trapero) enfatiza la división entre el mundo de las apariencias y el universo criminal, separando así el adentro del afuera y el arriba del abajo, la familia y las víctimas (apresadas en el hogar Puccio). En una familia donde el padre es también jefe -interpretado de forma muy bien lograda por Guillermo Francella- el orden patriarcal parece difícil de subvertir. Con actitudes manipuladoras, Arquímedes involucra a casi toda su familia en el universo criminal, contra el cual algunos de sus hijos se atreverán a revelarse. La tensión entre ellos puede observarse, por ejemplo, en las escenas en que comparten la mesa familiar, la cual es, según Ricardo Manetti, un elemento enriquecedor para analizar gran parte de la historia del cine nacional y sus contextos. Es impactante ver cómo este matrimonio sumergió a sus hijos desde temprana edad a convivir con el crimen, tal es así que parecen haberlo naturalizado. Los silencios y gestos cómplices de Epifanía (Lili Popovich) serán claves para comprenderlo.