El Cascanueces y los cuatro reinos

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

La adaptación live action de Disney, del clásico cuento Ernst Theodor Amadeus Hoffmann y el ballet de Tchaikovsky, dirigida por Lasse Hallström y Joe Johnston es una propuesta tan vistosa como liviana y poco inspirada.
A principio de los ’90, en pleno furor de "Mi pobre angelito", empezaron a llover por todos lados copias de esta, y películas en las que aparecía su protagonista Macaulay Culkin. Todos los chicos queríamos más de Kevin.
Así fue como, con muy poca información, apareció en los videoclubes algo llamado "Mi pequeño príncipe", con Macaulay en la portada prometiendo altas dosis de diversión.
Claro, cuando nos disponíamos a ver el VHS nos encontrábamos con una puesta del Ballet de Nueva York en la que Culkin ni siquiera era el protagonista, aunque sí es el personaje que le da título a la obra. Algo parecido a este engaño – bueno, quizás no tanto – sentirán los que vayan a sala a ver "El cascanueces y los cuatro reinos" guiados por un afiche que nos promete “los mismos productores de Maléfica”, o un estilo abiertamente similar al de "Alicia en el país de las maravillas" de Tim Burton.
También se pueden sentir engañados quienes busquen algo del clásico ballet.
Es que el nuevo live action de Disney se define por eso, por ser un híbrido entre varias vertientes, que al final puede no contentar a muchos. Con Walt todavía vivo y descongelado, ya Disney pensaba en una adaptación del clásico cuento de E.T.A. Hoffmann popularizado por el ballet infantil más famoso de todos los tiempos de la mano de Tchaikovsky.
Claro que la primera idea era hacerlo animado. Pero el asunto se fue postergando, olvidando, retomando, y vuelto a cancelar en un ciclo interminable.
Hasta que ahora, a más de dos siglos de su publicación original, y con muchas otras adaptaciones por fuera de Disney, la empresa del ratón puede contar su versión frente al furor que están despertando sus live action de cuentos clásicos. La dirección cayó en manos del sueco Lasse Hällstrom, aunque acá cueste bastante encontrar la sensibilidad que caracteriza al director de "¿A quién ama Gilbert Grape? "
El comodín Joe Johnston, una vez más, acudió a último momento a cubrir la silla de dirección durante los últimos días de rodaje frente a los problemas de agenda del primero. En "El cascanueces y los cuatro reinos", Clara (Mackenzie Foy) es una niña que perdió a su madre, y su padre aún no se recupera del hecho. La mujer, dejó regalos para la posteridad de sus hijos en las fechas claves.
Es navidad, y mientras que su hermanito recibe soldaditos de su madre; Clara recibe un huevo ornamentado de metal con una cerradura inquebrantable sin su llave, más una carta que promete que en su interior encontrará todo lo que necesite. Buscando esa llave mediante una pista, Clara terminará entrando a un mundo mágico con tres reinos: La Tierra de los Copos de nieve, de las Flores, y de los Dulces.
Hay un cuarto reino, regido por Madre Ginger (Helen Mirren), un cruel personaje que posee la llave, al que deberá enfrentar para traer nuevamente armonía al mundo.
En el medio se cruzará y recibirá la ayuda de varios personajes, entre ellos la llamativa Sugar Plum (Keira Knightley). Si bien Disney no había logrado hasta el momento una adaptación directa de El cascanueces, la estructura general de la historia, con todas las depuraciones que le hicieron al original en la adaptación, si fue harto utilizada tanto por Disney como por otros.
La niña huérfana, con un objeto misterioso, que se pierde en un mundo mágico, en el que ocupará un rol trascendental, y servirá como paralelismo para hablar de su conversión a señorita. ¿Qué diferencia este "El cascanueces y los cuatro reinos" de todas las otras? Puede ser el hecho de que los personajes tengan paralelismos con la realidad de Clara, que sean juguetes navideños, u objetos alusivos. Aunque en Alicia, más o menos también sucedía eso.
Hay un giro en el medio de la historia, interesante, aunque muy previsible.
Por eso mismo, el factor sorpresa está ausente de esta propuesta. "El cascanueces y los cuatro reinos" se ve como una más, a la que tampoco le pusieron tanto esmero. Técnicamente es vistosa, los reinos están diferenciados, y hay mucha gama de personajes. Pero otra vez, nada que hayamos visto antes.
Aun en Alicia, siendo el producto más estándar de Burton, encontrábamos algo del sello retorcido del director, acá eso no existe.
Casi que daría lo mismo fuese quien fuese el director. Interpretativamente es correcta, Foy tiene carisma, y el resto es un elenco solvente, actuando a manual, pero alcanza. Knightley es un poco (muy) chillona como Sugar Plum. Piensen en Karen de Will & Grace, eso, aún más agudo.
La puesta es algo estática, quizás con la intención de imitar al ballet sin que haya danza; aunque se huele un tufillo a querer promocionar un futuro musical de Broadway.
El ritmo si bien no es lento, se queda en el medio, haciéndola algo pesada. "El cascanueces y los cuatro reinos" de Lasse Hallström y Joe Johnston es un live action de Disney demasiado promedio, que no innova argumentalmente, ni lleva el imaginario visual muy lejos.
La solvencia del elenco, y la solidez del relato original casi que alcanzan para que esto no pase tan desapercibido.