El camino eterno

Crítica de Emiliano Basile - EscribiendoCine

El fascinante documental sobre la astrofísica de Hernán Moyano

El film sigue los pasos del astrofotógrafo guatemalteco Sergio Montúfar Codoñer, en su afán de retratar las estrellas.

Tal vez el documental didáctico sea uno de los géneros más convencionales en cuanto a la forma que manejan las producciones. No es el caso de El camino eterno (2022), trabajo que cruza límites formales gracias a la inventiva y creatividad de su realizador Hernán Moyano (Belisario, el pequeño gran héroe del cosmos), sin dejar de ser por eso un documental didáctico en su concepción.

Filmada en Fulldome (sistema de proyección 360) con el fin de ser proyectada en el Planetario de la Ciudad de La Plata, que también produce la cinta, y adaptada a la pantalla de cine para estrenarse en otras salas, la película brinda información y enseña acerca de la astrofísica, los observatorios construidos en nuestro país (los observatorios astronómicos de La Plata y de Córdoba, el observatorio Félix Aguilar y el Complejo Astronómico El Leoncito, ambos de San Juan), con sus respectivos telescopios estratégicamente ubicados, etc. Pero es la serie de lentes, angulaciones de cámara, composiciones extrañadas, las que generan imágenes majestuosas sobre la galaxia o el planeta tierra. La imaginación puesta al servicio de magnificar la narración.

En cierto sentido El camino eterno recuerda a los planos metafísicos de Terrence Malick. Sin embargo, donde Malick recurre al misterio de la creación con tintes claramente religiosos para explicar lo inexplicable, Moyano se remite a los datos científicos duros, que dan información fáctica del universo en todo su esplendor. Un proyecto educativo de divulgación científica.

Se trata de un trabajo profundamente latinoamericano, el título del mismo remite a la manera en que los guaraníes nombraban a la Vía Láctea: “Tape Cue" (el camino eterno). “Sobre ella llegaron los primeros habitantes de la tierra y por ella volverá la humanidad a los confines del cosmos”.

El camino eterno es un documental visualmente exquisito. La búsqueda de lograr imágenes imponentes ubicando la cámara en lugares recónditos ha dado resultado. Seduce y atrae por igual mientras aprendemos sobre el trabajo de la astrofotografía realizado en nuestro país. Una prueba concreta que se puede apelar a la imaginación para trasladarnos a otro mundo, aunque se trate del mismo del cual formamos parte.