El cadáver insepulto

Crítica de Rodrigo Rago - CineFreaks

La herencia de sangre.

El cadáver insepulto, de Alejandro Cohen Arazi, es una película que integra (junto con otros films) la 21ra. edición del “Buenos Aires Rojo Sangre”; el festival de cine fantástico y de terror el cual tendrá lugar a partir de este 3 de diciembre y finalizará el domingo 13. Por supuesto que, bajo el marco de la pandemia, este mismo se llevará a cabo de forma virtual y gratuita.

El cadáver insepulto cuenta la historia de Maximiliano Espósito: un psiquiatra y escritor que a pesar de su exitoso presente sufre ocasionalmente delirios y visiones relacionadas a su vida en el orfanato, lugar donde pasó su infancia. Tras la muerte de su padre adoptivo, Maximiliano regresa al pueblo tras 25 años de ausencia, y allí no solo se encuentra con sus hermanos y su primer amor sino que también descubrirá, a medida que avanza la película, un secreto que su familia guarda en la oscuridad.

Este film dirigido por Alejandro Cohen Arazi se sumerge plenamente en la secreta perversión de la familia de Maximiliano. Pareciera que cada reencuentro con sus familiares despierta en el personaje principal visiones terroríficas y escenarios oscuros. Y sin ir más lejos, la presencia del cadáver putrefacto de su padre aÚn en el sitio de su muerte (sentado en la mesa cual patriarca) nos dice automáticamente que algo no marcha bien en la familia Espósito.

Es así como, sin más preámbulos, este film comienza a navegar en aguas de suspenso en donde nos vemos un poco intrigados por el proceder de la familia. Si a este accionar dudoso sumamos también las visiones de Maximiliano, pareciera que el film podría ser un clásico thriller en donde las respuestas llegarán con la finalización del tercer acto. Pero no.

El cadáver insepulto es un film al cual le cuesta generar un ritmo necesario (y adecuado). El pesado guion que posee termina siendo bastante abrumador teniendo en cuenta la poca información que da sobre la premisa principal. La atmósfera de terror en ningún momento llega a su clímax debido al ritmo de la película, el cual llegando al desenlace se pierde increíblemente en una marea de gore y violencia que poco dice; poco importa.

Pareciera que los minutos fueran escasos, o que las decisiones no fueran completamente las correctas. Aun así, El cadáver insepulto termina redondeando en una película medianamente atractiva que tranquilamente podría atraer a los amantes de este tipo de cine. Personalmente, debo reconocer que me ha dejado un tanto disconforme.