El cadáver de Anna Fritz

Crítica de Rocío Belén Rivera - Fancinema

CUANDO LA MUERTE GOLPEA LOS TALONES

No sé si a alguien más le pasó, pero ¿nadie nunca tuvo miedo a que lo declaren muerto y despertarse en el interín del proceso funerario de nuestra ya acabada existencia? Quien escribe tira la primera piedra y reconoce que durante su infancia tal hecho representó uno de sus miedos más recurrentes. De dicha condición de excepción se trata la película española El cadáver de Anna Fritz, thriller de suspenso que conjuga los tópicos de la muerte, la enajenación sexual, el individualismo y la desesperación en una hora y media de suspense bien concretado.

El film se centra en la dinámica de un cuarteto algo perverso: Paulo, un joven que trabaja en la morgue y dos amigos (Javi e Iván) que le insisten en ver el cadáver de una bella actriz recientemente fallecida: Anna Fritz. Los más bajos instintos surgen al momento de enfrentarse cara a cara con el cadáver de la famosa, quien despojada de todos los beneficios que su fama le concedió y de los derechos de cualquier ser humano, es ultrajada de la forma más vil por dos de los integrantes del cuarteto. Tal hecho aberrante desata lo que será el conflicto central del film: Anna no está muerta. Ante esta inesperada situación la individualidad, el instituto de supervivencia, la enajenación que en si misma conlleva dicha escena, hace que de manera escalonada la intriga y el suspenso del film vayan in crescendo hasta el desenlace. La puesta en escena es escueta, la mayor parte del film transcurre en el depósito de una morgue, las actuaciones son correctas y la historia ya es conocida en el mundo del cine. Sin embargo, la película logra entretener.

A modo de cierre de esta brevísima nota de opinión, sería interesante destacar que si bien la historia en si misma ya ha sido vista tantísimas veces en la ficción, este film en particular me ha habilitado a pensar qué hacen los sujetos cuando se encuentran en una situación de poder: cómo actuó Paulo, el trabajador de la morgue, con el poder que dicha labor le confiere sobre los cuerpos allí depositados; Iván, con el poder que creyó tener sobre el cuerpo de una muerta, etcétera; efectivizando que ciertos modos de accionar o bien pueden denostar la peor clase de ser humano o la sensibilidad de empatizar y ponerse en el lugar del otro.