El buen patrón

Crítica de Carolina Sanguineri - Sin Intervalos

El jueves se estrenó en cines argentinos “El Buen Patrón”, justo a tiempo para el Día Internacional del Trabajador. Con Javier Bardem como protagonista, es una producción española con tintes de comedia y drama.

Se trata sobre Julio Blanco (Bardem), el dueño de una premiada y establecida fábrica de balanzas, que se dedica a aceitar todos los engranajes de su compañía, asegurándose de que todos los empleados puedan cumplir bien su trabajo y tener vidas satisfactorias. Estas tareas se intensifican en una temporada en que su establecimiento está en la etapa final de una evaluación para recibir un premio a la excelencia de un comité local. Como es de esperarse, todo lo que puede salir mal, así sale. Conflictos laborales problemáticos, amoríos desubicados y hasta violencia vuelven su vida, tanto profesional como personal, lo más caótica posible.

En general, es una película muy ingeniosa y divertida superficialmente que aborda temas sociales muchísimo más profundos de lo que aparenta. El hecho de que ese “disfraz” funcione y que la película sea disfrutable por cualquier ojo espectador, ya sea uno muy observador, o uno más ameno, habla de lo hábil que es la dirección. Además, el elenco nos proporciona una performance equilibrada que brinda credibilidad a un guion estable, pero algo caricaturesco, complementándolo maravillosamente a pesar de algunas líneas de diálogo que son cliché o situaciones forzadas (cuyo desenlace funciona, por lo tanto, vale la pena hacerlas).

La forma de contar la historia, el montaje y las decisiones de fotografía y vestuario son muy clásicas y se percibe como una trama muy a tierra. Se ve un aspecto del mundo empresarial, del comportamiento ''pisa cabezas '' del “buen patrón”, que no siempre es políticamente correcto, pero que funciona para mantener la atención del ojo público en donde él la requiera. Se demuestra que, de esta manera, aquellos/as empleados/as que avanzan la pirámide ejecutiva no siempre son los/as más dedicados/as.

Muy buena película para encontrar catarsis, una descarga de la impotencia que podamos haber reunido estando insertos en un sistema algo ingrato. Recomendada, ¡vayan a verla!

Por Carole Sang