El Avispón Verde

Crítica de Alexander Brielga - Cine & Medios

No siempre se esconde un bandido detrás de un antifaz

Es un caso particular el de "El Avispón Verde". Su popularidad a nivel mundial se la debe a una serie que apenas duró una temporada pero que estaba co-protagonizada por el astro de las artes marciales Bruce Lee. Las repeticiones del programa ayudaron a producir legiones de fanáticos que vieron en tan sobrio héroe, su ayudante -y especialmente el auto en el que se movían-, algo diferente a lo ofrecido por los fabricantes de personajes súper dotados.
En contraste con la sobriedad de la serie televisiva, que también contrastaba con su contemporánea "Batman" -ambas del mismo productor-, esta nueva versión que nos presenta el francés Michel Gondry ofrece la irreverencia propia de Seth Rogen, y un tono general de comedia que le sienta muy bien. Gondry se permite jugar con la imagen, el tiempo dentro del filme y plasmar algunas buenas escenas de acción. Nada mal para un personaje que nació sin imagen, en la radio, y que en su paso por el cine -como serial- y la tv no consiguió impactar demasiado.
Britt Reid es una especie de Isidoro Cañones dispuesto a dilapidar la fortuna que su padre amasó como editor del diario "The Daily Sentinel". Cuando Reid padre muere, Britt debe ocupar su lugar en la editorial sin tener idea de como se maneja un diario. Ese reto inspira al muchacho a hacer algo nuevo y alocado, como ayudar a quien lo necesite, ser una especie de superhéroe. Para ello asocia a Kato, un hábil asiático que era mecanico de su padre y capaz de prepara el café como le gusta a Britt, además de crear el "Black Beauty", auto que es fetiche de los fanáticos de la serie.
El villano es Chudnovsky, interpretado por el versátil austríaco Christoph Waltz, un malvado con ciertos problemas de autoestima. Hay un malvado menos visible, como siempre, un político -como siempre-. La corrupción y el poder político intentando manipular a la prensa -¿les suena?- es también tema en este filme que plantea como ficción algo nos es muy familiar.
Son varios los frentes que abre Rogen desde el guión y que Gondry intenta salvar desde la narración que se vuelve algo caótica, pero que gracias a lo ramplón de la propuesta se salva de cualquier sesudo análisis. El espíritu del personaje está respetado y hasta revalorizado, que no es poco si tenemos en cuenta de dónde viene.