El Artista

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

El Amor al cine

Filme que ha generado controversias de crítica y público pero que de ningún modo puede ser ninguneado o merecedor de rótulos como bodrio, no...el filme tiene el maravilloso don de que salgas de la sala con cierta felicidad en el corazón, y eso es tangible, se vé al encenderse las luces, como ocurre con que "Caballo de guerra" de Spielberg haga también llorar a todos sus espectadores. No olvidemos que está correcto que el cine nos produzca cosas o modifique al espectador, aunque coma pochoclo durante la proyección.

Con "El Artista" pasa mucho de ello. Sin pensar en que uno va a ver un guión enmarañado de situaciones inesperadas, nada de eso, se trata de un argumento simplote, donde un personaje: George Valentin, estrella del cine mudo vé truncada su carrera por la inoportuna llegada del cine sonoro, al mismo tiempo aparece Peppy Miller, figura de actriz que conquistará al público y se transformará en lo que Valentin fué, así sus vidas se entrelazarán mágicamente.
De hecho estamos ante un homenaje absoluto al séptimo arte, y de otra declaración de amor al cine, algo que reviste influencias del inmenso clásico fílmico "Cantando bajo la lluvia" de Stanley Donen, o "Sunset boulevard" de Billy Wilder, y hay también mucha situación "chaplinesca", y la permanente concomitancia del protagonista con el inolvidable astro del cine mudo: Douglas Fairbanks. El hilo de la trama ofrece dos romances o la consideración de dos amores: el de Valentin y Peppy, y por otro lado el del director francés Michel Hazanavicius al cine, cosa que aparece lograda sin dudas.

Jean Dujardin es el actor acorde a la historia e insuperable en su labor protagónico, junto al perro Uggie que se hurta parte del relato, la argentina Berenice Bejo es una simpática y enamorada Peppy, aparecen actores notables como el gran John Goodman en el rol de un productor y James Cromwell en el fiel chofer. Una artística impecable, un tratado de imagen idem, también una iluminación en B y N que destaca y refina la propuesta, sumándole una necesaria banda musical de Ludovic Bource, que a su vez incluye fragmentos de Bernard Herrmann pertenecientes a "Vértigo" de Alfred Hitchcock.