El Ártico

Crítica de Santiago García - Leer Cine

En el Ártico, un hombre sobrevive viviendo en los restos de un avión que ha caído. No se sabe cuánto tiempo hace que está ahí, pero un descomunal mensaje de auxilio que ha logrado escribir en la tierra indica que no son pocos días. Sobrevive pescando, ha logrado esquivar los peligros y se mantiene a duras penas, pero no agoniza. No estaba solo en el accidente, alguien murió en algún momento entre la caída y el comienzo de la película. Por la forma en que le habla a la tumba que él ha hecho, también se infiere que lleva un tiempo. Esperando el rescate ocurre un evento que pondrá en crisis su sistema de supervivencia y espera. Deberá tomar una decisión que puede acelerar su salvación o lanzarlo hacia la muerte.

La película se centra en la figura de su protagonista (Mads Mikkelsen) que prácticamente sin hablar sostiene la trama, ayudado sin duda por habilidad del director y la manera en la que consigue que se entienda el sufrimiento y el esfuerzo del personaje. Aunque la película se vea más rigurosa y estricta que los films de este estilo hechos en el cine más comercial, la película tampoco se convierte en una propuesta extrema al estilo Werner Herzog. Tiene varias licencias poéticas, giros de puro cine y cumple con los ingredientes más básicos del género. Logra reinventar un tipo de cine que conocemos y mantener el drama hasta el plano final.