El arte de la guerra

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Las patadas de un director de culto

El realizador Wong Kar Wai (el mismo de Con ánimo de amar y My Blueberry Nights), regresa al cine luego de cinco años con una película de artes marciales que le sirve como excusa para repasar los cambios históricos y políticos en la China de 1936.

El film gira en torno a Ip Man (Tony Leung), un maestro legendario de Wing Chun (uno de los estilos del kung-fu) y quien fuera maestro de Bruce Lee y, por otro lado, Gong Er (Zhang Ziyi), antagonista a quien el protagonista conoce durante una ceremonia en la que se busca a "un sucesor de las artes marciales". Ip Man se enfrenta con los grandes maestros del Sur y su arte deja lugar a la fascinación y al enamoramiento por Gong Er, pero los cambios sumergen al país en el caos y empujan a ambos a tomar decisiones difíciles.

El arte de la Guerra, que llevó seis años de preparación y tres de rodaje y post-producción, es un verdadero ejercicio de estilo del cineasta, una película de género inmersa en épocas convulsionadas. Su cámara se posa cómodamente en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo y en las luchas que tienen lugar en medio de una lluvia incesante. El recurso del ralenti para potenciar la acción y las cuidadas coreografías impulsan varios tramos del film.

En ese sentido, el espectador se encontrará con un incesante lucha durante el período tumultuoso de la República luego de la caída de la última dinastía imperial, pero tambiénj con una historia de amor en la que los enfrentamientos de bandos dicen presente.