El aprendiz

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Los vínculos tienen el poder

La vara tiene una cierta altura en el thriller y alcanzarla no es fácil en un medio como el cine industrial.

El aprendiz apuesta a la intriga, al suspenso, a la elegancia, a la tecnología y a la acción, como la mayoría dentro género, y va todavía más allá con otros ingredientes que a algunos espectadores también les gusta encontrar en esta clase de películas: el drama, la sensibilidad, el romance.

Una de las tramas más fuertes de esta historia toma este último aspecto, el de los vínculos. El famoso código de desapego afectivo de los espías, que suele ser usado como una debilidad por los enemigos, es cuestionado una vez más por los guionistas cuando los protagonistas de la ficción son obligados a enfrentarse en torno a una misión. Deveraux (Pierce Brosnan) y Mason (Luke Bracey) fueron maestro y aprendiz en el pasado. ¿No quedó nada de eso? ¿Qué es más fuerte? ¿El cerebro lavado o el corazón dormido? Una de las tantas preguntas que emanan de las líneas argumentales.

Una de las falencias de este filme es que, pese a ser dinámico, no marcha con la misma solvencia cuando entra en el terreno dramático. La misma actualidad y astucia para usar una cámara en un robot drone debería ponerse para explorar los terrenos del alma humana del siglo 21 pero, claro, son más complicados. Lo difícil es hacerlo simple y que respire, que esté vivo, que sea un reflejo del hombre y la mujer modernos, o sea los espectadores.

Además, como thriller El aprendiz es desparejo. A una secuencia lograda se le opone otra inverosímil. La primera es la persecución de los automóviles en Moscú. La segunda, el ingreso de Brosnan en el hotel de Belgrado para llegar hasta un posible asesino. De repente, las medidas de seguridad parecen haber desaparecido.

Los climas entonces se desvanecen uno tras otro, cambiando de manera brusca e interrumpiendo la concentración. La acción tiene altibajos y la trayectoria espiritual de la película también sufre vaivenes. En cierto modo, la pantomima de los actores pareciera estar diciendo que el poder no lo está en el dinero, las armas, la droga, ni la política, sino el corazón humano. ¿Y luego?

El aprendiz

Thriller

Buena

("The november man", EE.UU., 2014). Dirección: Roger Donaldson. Guion: Michael Finch y otros. Con Pierce Brosnan, Olga Kyrilenko, Luke Bracey y Mediha Musliovic. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Romain Lacourbas. Montaje: John Gilbert. Para mayores de 16 años. Duración 108 minutos. Complejidad: media. Violencia: alta. Sexo: medio.