El Apocalipsis

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Si Hollywood ha depredado durante décadas temas importantes de la Biblia - y no hablamos sólo de la historia de Jesús o Noe, sino de los ángeles, los demonios, el Apocalipsis, la llegada del Anticristo y un largo etcétera - sólo para distorsionarlos, masificarlos y hacer buen dinero con ellos... ¿por qué no pueden abordarlos los tipos especializados en el tema?. Ese es el caso de la ficción fantástica cristiana, la cual toca temas sobrenaturales bibilicos y los refactura en un tono mas moderno y popular. Es una buena forma de propaganda religiosa y es una manera inteligente de llegar a un público joven y fresco, el cual nunca abriría una Biblia ni a palos. Left Behind pertenece a esa categoría de ficción: es una versión novelada de El Rapto - el momento previo al Apocalipsis en donde Dios se lleva a los justos al paraíso y deja a los impuros en el planeta, a la espera de la llegada del Anticristo y el padecimiento de siete años de dolor y muerte antes de la venida final de nuestro Cristo - escrito en la onda de La Dimensión Desconocida. El libro causó furor en Estados Unidos y disparó una saga con 16 secuelas, amén de fomentar toda una industria basada en ficción cristiana.

Left Behind (Dejado Atrás) ya había tenido una primera (y vomitiva) versión en el año 2000, patrocinada por una iglesia y protagonizada por el insoportable Kirk Cameron - el cual se ha convertido en un pastor evangélico en la vida real -. El problema con la primera Left Behind es que era densa en su carga cristiana - ninguno de los personajes parecía una persona real sino que se la pasaban dando elaborados sermones sobre la importancia de Dios y la aceptación del destino divino -, lo cual la alejaba del espectador común. Los autores se pelearon con los productores, adujeron que era un filme muy berreta y querían una versión de gran presupuesto. Tras una amenaza de irse a juicio - especialmente porque los tipos produjeron dos secuelas no autorizadas -, llegaron a un arreglo, consiguieron mas plata y reclutaron a Nicolas Cage, el cual es una estrella de clase A... aunque venida a menos. Ciertamente la versión 2015 de Left Behind se ve mas solvente, es mas sólida y es menos densa con el mensaje cristiano, lástima que no termina de ser una historia redonda sino un capítulo cortado al medio cuya resolución habrá que esperar en una futura secuela (la cual dificilmente se concrete ya que casi nadie fue a verla al cine).

Ciertamente los primeros 15 minutos de la cinta son fatales. Aparece un reportero estrella - Chad Michael Murray, a años luz del estoicismo de Kirk Cameron en el primer filme - el cual recién llega de cubrir el paso de un Tsunami en el Pacífico sur. Al toque se le cruza una fanática cristiana durante su conferencia de prensa, increpándolo por su falta de fe y por no aceptar al desastre como una prueba de Dios - es curioso ver que, tratándose de una película cristiana decidida a difundir valores religiosos, la "creyente" de turno tenga la apariencia de una chiflada recién salida del siquiátrico -. Por otro lado está Nick Cage como un piloto de aerolínea con romance intercontinental, el cual es descubierto por su hija. La frutilla del postre es la esposa de Cage, Lea Thompson, otra cristiana enardecida que usa hasta sábanas grabadas con versos de la Biblia, y la cual ha montado altares a lo largo de toda su casa (!). En serio: ¿los responsables de esto piensan reclutar cristianos pintando a los creyentes como tipos a los cuales les faltan varios caramelos del frasco?.

Pasado el horrendo setup inicial, la película gana sus propios pies. Definitivamente no es una cinta para cualquiera, pero al menos se deja ver como si fuera una de cine catastrofe rodada para la TV - onda The Asylum -. Todo es medio barato y abundan los actores de relleno, los FX apenas zafan y algunos diálogos te hacen chillar los dientes. Al menos desnataron el grueso del discurso religioso y hay un par de pasos dramáticos / de humor que funcionan. Incluso ponen una situación de choque en el aire que le da un dramatismo inesperado y la hace ver como una copia de segunda de la saga Aeropuerto (las cuales tampoco eran muy buenas que digamos).
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No me ensañaría demasiado con Left Behind 2015. Es mejor que la versión 2000, tiene mejores actuaciones - Cage se luce, y eso que labura aquí por el pancho y la coca -, está algo mas inspirada y es menos densa. El tema es que, descifrado que se trata de El Rapto bíblico, la cosa se frena y queda stand by a la espera de una secuela... y dudo mucho que los espectadores queden contentos con eso. Habrá que ver si los productores ponen el pecho y el bolsillo, consideran esto que es la gran causa cristiana, y deciden financiar los capitulos que faltan aunque la saga sea un fracaso - en la misma onda que Atlas Shrugged -... secuelas cuya existencia (o falta de ella) difícilmente me quiten el sueño.