El ambulante

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Este pintoresco y entrañable trabajo documental encierra una película dentro de otra, nada que no se haya hecho antes, sin embargo las características de El Ambulante transforman este simple recurso en algo prácticamente sin antecedentes. Porque la esforzada y nómada tarea como cineasta de Daniel Burmeister tiene un inédito sesgo de espontaneidad, instantaneidad y entusiasmo a toda prueba. Un hombre que con su cámara al hombro y a bordo de un pequeño y desvencijado auto recorre pueblos alejados e ignotos ofreciendo la manufactura de un largometraje de ficción interpretado por los vecinos de cada localidad. A través del visto bueno de sendos intendentes y autoridades, este singular trotamundo esparcirá las bondades de una propuesta que luego redunda en un modesto producto cinematográfico capaz de emocionar y divertir a toda una comunidad. Su energía y capacidad creativa resultan fundamentales para desarrollar una tarea múltiple en la que logra abarcar prácticamente todos los rubros de un equipo cinematográfico. El registro y la recreación de esta suerte de epopeya está magníficamente narrada por los directores Eduardo de la Serna, Lucas Marcheggiano y Adriana Yurcovich, quienes de una manera sencilla retratan a un increíble personaje de la vida real y rescatan el espíritu esencial del cine.