El almanaque

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

El antecedente inmediato de El almanaque es El círculo , película de 2008 codirigida por José Pedro Charlo y Aldo Garay basada en la vida de Henry Engler, dirigente tupamaro que fue rehén de la dictadura uruguaya durante trece años. En este caso, el protagonista es Jorge Tiscornia, otro militante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, el mismo al que se plegó en los 60 el actual presidente oriental, José Mujica. Tiscornia, arquitecto y fotógrafo que tiene hoy 70 años, estuvo preso en el penal de la ciudad de Libertad desde 1972 hasta el retorno de la democracia, en 1985. En las dos películas, Charlo describe con minuciosidad las curiosas estrategias que las víctimas de la persecución política en el país vecino desarrollaron para sobrevivir. El caso de Tiscornia es notable: a partir de 1972, llevó un registro detallado de sus condiciones de vida en el penal, un diario de 4646 días que obviamente mantuvo en forma clandestina gracias a una idea formidable: un par de zuecos con plataforma de madera que él mismo pergeñó y que reconstruyó paso a paso para este film. El propósito de Charlo, quien también estuvo detenido en el penal de Libertad, es doble: mantener viva la memoria de los horrores de un pasado reciente y destacar la templanza y la creatividad de aquellos que en situaciones límite supieron cómo sobreponerse a situaciones complicadísimas. Él mismo fue capaz, durante su reclusión, de aprovechar el tiempo para estudiar historia y literatura, su propia vía de escape en la oscura época en la que también escuchaba periódicamente en los pasillos de la prisión el repiqueteo insistente de esos zuecos que escondían pequeños almanaques y un pedazo grande de una historia difícil de olvidar.