El agua del fin del mundo

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Las hermanas sean unidas...

Paula Siero debuta en el largometraje con este drama intimista (casi minimalista) que se centra en la relación entre dos hermanas (Guadalupe Docampo y Diana Lamas) y cómo ésta se conmueve tras la aparición de un joven músico alcohólico que se gana la vida tocando el acordeón en el subte (un estereotipado Facundo Arana). El film aborda con bastante sobriedad y recato (aunque también con cierto distanciamiento) el hecho de que la mayor de las dos (Lamas) sufre una enfermedad terminal. La menor (Docampo), que trabaja en una pizzería, trata de conseguir el dinero para cumplir con el último deseo de su hermana: un viaje hasta Ushuaia. Siero no logra trascender cierta elementalidad y superficialidad de la trama y del retrato psicológico, pero lo suyo -de todas maneras- es bastante digno: no hay sobreactuaciones, subrayados ni golpes bajos. La puesta en escena opta por la cámara en mano y los planos cortos, pero no logra la intensidad narrativa ni emocional buscada. El film se sigue con cierto interés, pero al mismo tiempo resulta por momentos algo monótono y reiterativo. Habrá que seguir la carrera de Siero. Aquí hay algunas puntas, esbozos, pinceladas que la muestran como una artista sensible y con un promisorio futuro.