El agente de C.I.P.O.L.

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

Con su particular estilo, el director Guy Ritchie (“Sherlock Holmes”) nos trae esta genial adaptación cinematográfica de la popular serie de televisión creada por Sam Rolfe y que tuvo cuatro temporadas en la cadena NBC (1964-1968).

Los personajes Napoleón Solo e Illya Kuryakin, interpretados en la tele por Robert Vaughn (a quien se lo ha visto participando en episodios de algunas series) y David McCallum (Ducky en “N.C.I.S.”), aquí están a cargo de Henry Cavill (deja por un ratito el traje de Superman) y Armie Hammer (actor que se puso en la piel de los mellizos Winklevoss en “Red Social”).

La historia, ambientada estupendamente a comienzos de los años 60, en el pico más alto de la Guerra Fría, es la de un agente de la CIA (Solo) y uno de la KGB (Kuryakin), quienes deben dejar de lado viejas hostilidades porque se ven obligados, por sus superiores (interpretados por Jared Harris y Misha Kuznetsov) a formar equipo en una misión conjunta para frenar a una misteriosa organización criminal ligada a ex Nazis y que está decidida a desestabilizar el frágil balance de poder a través de la proliferación de armas nucleares.

Para ello, el dúo que salva al mundo con mucho estilo cuenta con la colaboración de una joven mecánica llamada Gaby Teller (la sueca Alicia Vikander de “La Reina Infiel”), la hija de un desaparecido científico alemán (Christian Berkel) que fue secuestrado para construir una bomba. Ella resulta ser la llave para infiltrarse entre los villanos, porque su tío Rudy (Sylvester Groth) está metido en el asunto junto con una pareja de simpatizantes nazis, Alexander y Victoria Vinciguerra (Luca Calvani y Elizabeth Debicki, respectivamente).

A medida que intentan prevenir una catástrofe mundial (obvio que de cada lado, hay instrucciones de recuperar planos de la bomba sin que el otro lo sepa, aunque lo intuyen) se suceden una gran cantidad de escenas con mucho humor (sin caer en la parodia) que están muy bien logradas gracias a la química generada entre el trío protagónico que se mueve entre Berlín del Este y Roma.

Párrafo aparte merece la estética, la fotografía, la ambientación, la musicalización y el vestuario de todos los personajes a los que se suma Waverly (Hugh Grant), el encargado de la agencia secreta U.N.C.L.E. (United Network Command for Law and Enforcement) o C.I.P.O.L.,(Comisión Internacional para la Observancia de la Ley).

Una historia sexy, de intriga conspirativa, que resulta ser muy, pero muy entretenida. ¡Vayan a verla!