El agente de C.I.P.O.L.

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"El agente de Cipol": cine para disfrutar

La década del sesenta va a ser recordada por muchísimas cosas, entre ellas habernos brindado, tanto en el cine como en la televisión, a los espías. James Bond, Harry Palmer, el equipo de Misión Imposible, el dúo de Los Vengadores, Maxwell Smart, y podríamos tranquilamente seguir nombrando exponentes.

Una de las series dedicadas a este género fue El Agente de CIPOL (The Man from U.N.C.L.E.), que trataba sobre dos agentes -Napoleón Solo (Robert Vaughn) e Illya Kuryakin (David McCallum)- de distintos países que se unían a una agencia internacional para defender al mundo de T.H.R.U.S.H (Technical Hierarchy for the Removal of Undesirables and the Subjugation of Humanity, o traducido Jerarquía Tecnológica para la Eliminación de los Indeseables y la Subyugación de la Humanidad.).

Por si se lo preguntan, U.N.C.L.E. significaba United Network Command for Law and Enforcement: Comando de Red Unid para la Ley y la Ejecución. Vaya uno a saber porqué en Latinoamérica quedó C.I.P.O.L. (Comisión Internacional Para la Observancia de la Ley). Durante muchísimos años Warner intentó adaptar este show a la pantalla grande, y finalmente lo logró con "El Agente de C.I.P.O.L.", de la mano del director inglés Guy Ritchie. La espera valió la pena, porque estamos ante uno de los mejores estrenos del año.

Década del 60, plena Guerra Fría. El agente de la CIA Napoleón Solo (Henry Cavill) busca sacar de Alemania Federal a Gaby Teller (Alicia Vikander), la hija de un científico alemán que se encuentra desaparecido. Ella puede ser la clave para encontrarlo, sobre todo porque Estados Unidos sospecha que está trabajando para una organización secreta, ya que tiene el conocimiento para armar una bomba nuclear. Pero Solo no es el único que está vigilando a Gaby, también está Rusia con su agente número uno de la KGB, Illya Kuryakin (Armie Hammer). El estadounidense logra su objetivo, además de sacarse de encima al soviético. Lo que ellos no saben es que sus gobiernos aceptarán trabajar en conjunto para poder hacerle frente a este enemigo en común. Ahora los dos agentes deben limar todas sus asperezas, soportarse como sea y tratar de salvar al mundo de una hecatombe nuclear.

Pocas dudas caben de que Guy Ritchie es un director que no pasa desapercibido. Su forma de filmar, cómo cuenta las historias, sus personajes, su impronta es siempre sumamente atractiva. ¿Qué hizo bien en esta película? Varias cosas: le bajó un poco el tono a su "marca registrada" y es menos clipero, por decirlo de alguna manera. En un filme de espías era obvio que hubieran gadgets, y cuando son películas que transcurren en el pasado suelen ser demasiado modernos o tecnológicos para la época. Eso acá no pasa. La película tiene mucho humor, en dosis justas y acertadas. El diseño de producción, vestuario y fotografía son fantásticos. La villana Victoria Vinciguerra (Elizabeth Debicki) tiene la actitud, elegancia y maldad necesarias para ser la antagonista de nuestros héroes. Y, por último y no menos importante, ¡hace actuar bien a Henry Cavill! Hammer y Cavill están muy bien en sus papeles y logran muy buena química, casi como la de Robert Downey Jr. y Jude Law en "Sherlock Holmes". Sí, evidentemente a Ritchie se le dan bien esta clase de filmes con "bromance" incluido.

¿Podrán "El Llanero Solitario" y "Superman" tener éxito con su película? Ojalá que sí. Un espectáculo de esta categoría no llega todos los jueves a las salas de los cines. Háganse un favor y vayan a disfrutar de joyita. La van a pasar bomba.