El acto en cuestión

Crítica de Rodolfo Weisskirch - Visión del cine

Después de 22 años de espera, finalmente llega a las salas de Argentina, El acto en cuestión, mítico film de culto de Alejandro Agresti, protagonizada por el recordado Carlos Roffe.
“Esto es para vos Miguelito”. La primer imagen del film de 1993 es la de Miguel Quiroga, un mago, sacando fotos. Al fondo, justo encima de él, hay tres pájaros en un nido. La ilusión visual es que los pájaros salen directamente del sombrero de Miguel.

El acto en cuestión es una gran ilusión; un acto de magia que ha recorrido el mundo, y gracias al fanatismo de un grupo de cinéfilos, coleccionistas y críticos, el Mago Quiroga regresa a la Argentina para concluir el acto.

Alejandro Agresti estuvo varios años desaparecido y 2014 marca su retorno. No solamente por el estreno de este film, sino porque en la última edición del BAFICI se pudo ver No somos animales, otra película maldita de su factoría protagonizada por John Cusack, y porque ha vuelto a los rodajes, con Mecánica popular, que se espera que se estrene pronto.

Con notable creatividad, Agresti narra en esta obra, la historia de Miguel Quiroga, un ladrón de libros, que vive en una pensión junto a su mujer, que el director la muestra como si fuera una casa de muñecas. No es casual, que el film esté narrado por Rogelio –Lorenzo Quinteros– un fabricante de muñecas con aires de poeta o trovador. Un día Miguel descubre un libro de magia negra, y por puro accidente se cruza con “el acto en cuestión”, el cual dramatiza ante el director de un circo, que lo lleva a recolectar fama y fortuna por todo el mundo. De esta forma, se puede sintetizar, el ascenso y ocaso de una estrella.

Pero, la película de Agresti, habla más que nada de la magia del cine. El realizador, gracias a una estética blanco y negro, concreta una comedia pura y fantástica, donde el artificio es notable desde la primer escena. Desde Meliés hasta Murnau, Agresti despliega un sin fin de referencias, principalmente al cine mudo, más específicamente al expresionismo o surrealismo alemán.

Al igual que esta etapa cinematográfica, la intención subliminal del realizador es mostrar a la sociedad argentina pre dictadura militar –aun cuando no sitúa temporalmente las acciones del film- con guiños que desnudan a Quiroga como parte de aquellos miembros de la población que apoyaron el régimen terrorista (literalmente, es un guiño del personaje).

Pero, con inteligencia e ingenio, Agresti, prefiere no perder el hilo mágico de su historia. Con notables dosis de humor, romance, ironía y nostalgia, El acto en cuestión es un cuento clásico sobre sueños y codicia.

Filmada en Europa principalmente, el director trasladó a un elenco, en su mayor parte argentino, al viejo continente y especialmente, hizo magia con ese gran intérprete que fue Carlos Roffe. Sin la participación del gran actor fallecido en 2005, es posible que el film no haya tenido tanto impacto o trascendencia. Roffe proviene de un teatro clásico porteño. Sus grotescas y patéticas expresiones se acomodan perfectamente a este personaje tan chanta como querible. Acaso el costumbrismo del personaje, provocan que el film no tenga un impronta tan universal, irónicamente. Es una película pensada para generar empatía y complicidad con el público argentino, y este, es el último en verlo.