Ecuación

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

Todos tus muertos

Dioses y demonios, complots ocultos en un oscuro libro medieval y un cálculo enigmático guían la trama de “Ecuación”, el ambicioso segundo filme de Sergio Mazurek. El personaje protagónico es Hermes Vanth, un médico en cuyo hospital los muertos comienzan a contarse por decenas cada semana, con la particularidad de que en cada nuevo caso ronda la zona otro personaje intrigante, un hombre mayor canoso que inevitablemente comenzará a obsesionarlo.

   Así comienza la caída libre de Varth en un mundo en el que los cadáveres irán cayendo literalmente a su paso, bajo las ruedas de un tren o delante de sus ojos, mientras los fantasmas comienzan a rondarlo. La iconografía religiosa, las cofradías y las referencias a filmes emblemáticos que marcaron el camino de conspiraciones ancestrales son una cita presente en este filme bien resuelto técnicamente y con un gran trabajo de diseño de arte. La trama demasiado intrincada hace perder el impulso de un guión que se atomiza en diálogos por momentos forzados pero necesarios para explicar la naturaleza de los personajes y de la acción.