Ecos de un crimen

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Un policial que si bien se ajusta a muchas reglas del género, con situaciones clásicas, comienza un juego particular que mantiene atrapado al espectador. Un escritor exitoso de policiales, creador de un famoso personaje, tiene problemas de estrés, bloqueo narrativo y presiones para que se apresure con una nueva entrega. Llega con su esposa y sus hijos a un lugar soñado, una casa alejada en un paraje bellísimo. Pero cuando llega la noche, una mujer desesperada llama a  la puerta pidiendo auxilio, en medio de una presagiada tormenta y con corte de luz. A partir de allí nada es lo que parece, como un juego de espejos, un rompecabezas, todo se desintegra y se vuelve a armar, con mucho cuidado en los detalles, que pueden ser o no, reveladores. El director Cristian Barnard, con una refinada técnica, muy buena fotografía,  la música perfecta para cada ocasión, y el guión de Gabriel Korenfield, estructura una película entretenida con buenos actores: un inspirado Diego Peretti, con Julieta Cardinali, Diego Cremonesi y Carla Quevedo como el cuarteto protagónico.