Duro de matar: un buen día para morir

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Pese a que Duro de matar 5 es la entrega más floja de la serie, especialmente si se la compara con los filmes que dirigió John McTiernan (episodios 1 y 3), el regreso de John McClane brinda un muy buen entretenimiento.
La película ante todo es un gran retorno del director John Moore, quien después de más de una década finalmente presentó una producción decente.
Moore tuvo en el 2001 un debut auspicioso con su ópera prima, Detrás de las líneas enemigas, con Gene Hackman y Owen Wilson que se destacó por la realización de las secuencias de acción.
Lamentablemente el director luego no pudo mantener el mismo nivel en sus trabajos y brindó una serie de fiascos olvidables como las remakes de El vuelo del Phoenix (con Dennis Quaid) y La profecía, además de Max Payne.
Con este trabajó volvió a sus raíces y después de 12 años logró una buena propuesta pochoclera que se destaca por la manera en que trabajó la acción.
Me gustó mucho la estética que le dio a esta aventura de McClane con una fotografía más oscura y el uso de la cámara en mano en algunas secuencias que no se habían implementado en Duro de matar.
En esta producción en particular, Moore se destacó con la realización de las escenas de acción que conservan el espíritu de lo que fue siempre esta saga.
A diferencia de la entrega anterior este director no se excedió con los efectos digitales.
En las secuencias finales se nota más que nada el uso de esta herramienta pero en el 80 por ciento de la película Moore trabajó la acción al estilo de la vieja escuela.
En ese sentido se destaca la brillante y memorable persecución de más de 10 minutos por la calles de Moscú con la que McClane vuelve a las andadas.
Sin exagerar, creo que esa escena califica como una de las mejores persecuciones que vimos en estos últimos años. Un gran momento digno de una historia de Duro de matar.
Algo que me generaba dudas en esta película era la incorporación de McClane Jr como héroe de acción, pero la verdad que este tema estuvo bien manejado y no resulta tan disparatado o chocante.
Bruce Willis hace buena dupla con Jai Courtney (Jack Reacher) y esto también facilitó esta cuestión.
El punto débil de este film es la trama, que resultó mucho más débil que las anteriores, igual que los enemigos de McClane.
John en el pasado se enfrentó a terroristas mucho más interesantes. Da la sensación como que los productores no le dieron bola al argumento e inclusive esta es la película más corta de toda la saga.
En apenas 93 minutos, que pasan volando, se resuelve todo.
Reitero, no es la mejor entrega de Duro de matar pero brinda un espectáculo divertido que si te gusta el género vas a disfrutar.