Duro de cuidar

Crítica de Mariana Mactas - TN - Todo Noticias

Es la buddy movie del momento, primera durante tres semanas en la taquilla de Estados Unidos. Una comedia de acción violenta que se aprovecha del carisma de sus protagonistas: Ryan Reynolds, haciendo ese galán perdedor y antihéroe que tan bien le sale, como demostró en Deadpool, y Samuel Jackson, con lo que tan bien le conocemos. El primero es un guardaespaldas venido a menos, el segundo, un matón invencible que debe llegar sano y salvo para atestiguar contra un sangriento líder ruso, interpretado por Gary Oldman en plan sacado. Un disparate autoconsciente de esos que hacen gritar y aplaudir a la audiencia de allá (y a la de acá también). Simpático, y para ser tomado como lo que es: una gran broma