Duna

Crítica de Sofía Valva - Es la cuarta pared

Sin duda alguna, “Duna” trae una gran historia detrás y expectativa actual. Recordemos que a varios directores se les propuso realizar la adaptación del aclamado libro de ciencia ficción de Frank Herbert , pero nadie se atrevió. Quien logró llevarla a la pantalla grande fue David Lynch en 1984, aunque sin el revuelo esperado. Ahora fue el turno del francés Denis Villeneuve, a quien lo vimos muy entusiasmado por seguir atrás de esta saga.

Paul Atreides (Timothée Chalamet) es hijo del duque de Caladan, Leto (Oscar Isaac). De por sí ya se sabe que tiene un deber a futuro, pero hay muchos que están al pendiente de su destino. Toda la familia debe emprender un viaje a Arrakis, donde tienen la gran tarea de unir a los pueblos y de lo más importante: encargarse de la recolección de especia. A medida que pasa el tiempo, Paul comienza a vivir situaciones extrañas, justo cuando una serie de eventos desafortunados comienzan a ocurrir y debe hacer frente a ello para defender el planeta.

En las actuaciones, claramente son dos actores quienes destacaron, uno más que otro. En primer lugar su protagonista, Timothée Chalamet, quien estuvo muy bien en su papel a pesar de que le faltó desestructurarse y pisar con más fuerza ese protagonismo. Igualmente hace un digno y gran trabajo. Por otro lado, quien se llevó definitivamente todas las miradas y estuvo realmente brillante es Rebecca Ferguson, quien más allá de tener un papel que era un tanto enigmático fue la única que logró hacernos ver y sentir la verdadera esencia de la historia.

Gran parte de los aplausos para este film también se los lleva la banda sonora, a cargo de nadie más ni menos que Hans Zimmer, encargado también de crear la música para grandes éxitos como Gladiador y El código Da Vinci. A esto también se le suman los planos de cámara y la estética que es excelente. La fotografía y la dirección de arte son maravillosas.

El film dura 2 horas y media, pero les aseguro que vale cada minuto porque de esta manera se logra apreciar la historia en su totalidad. El miedo de cuando una película está basada en un libro es que se lleve a la pantalla grande demasiada información y la historia termine siendo inentendible. Por suerte, con “Dune” pasa todo lo contrario. Villeneuve logró finalmente el resultado que se quiso lograr años atrás, porque el revuelo y la expectativa con la que se sale del cine por ver cómo sigue esta saga es real.

Sin dudas, hay que ir a ver la película en el cine, aprovechando que están abiertos. Si no leíste el libro, andá a verla igual porque la historia es excelente y es uno de esos films que se hacen apreciar por todo el trabajo que hay detrás de cámara.