Duna

Crítica de Leandro Gioia - Sin Intervalos

DUNE, una de las superproducciones más esperadas del año, llega a los cines para intentar quedar en el recuerdo de sus espectadores.

Denis Villenueve quiere dar un salto en su carrera adaptando el aclamado libro de Frank Herbert en forma de saga cinematográfica. El extraordinario cast está compuesto por: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Zendaya y Oscar Isaac, entre otros.

La historia sigue el camino de Paul Atreides (Timothée Chalamet), hijo de una importante familia noble que se encargará de luchar por Arrakis, un planeta desierto que fue esclavizado por el imperio de la familia Harkonnen.

Los aspectos técnicos de esta película son una completa maravilla. Los paisajes son impactantes, los planos son preciosos, la construcción de los escenarios es sumamente precisa, la musicalización de Hans Zimmer es sobresaliente, la caracterización de los personajes es excelente, los vestuarios son increíbles y las elecciones cinematográficas a la hora de construir el sentido en las imágenes es cautivante. Denis Villenueve vuelve a demostrar todo su potencial como director, elevando a la enésima potencia su capacidad artística.

Las actuaciones son excelentes. Todos cumplen con sus papeles. Quiero destacar a Rebecca Ferguson que vuelve a demostrar la brillantez que tiene a la hora de interpretar diferentes personajes.
Los personajes poseen una diferenciación muy marcada. Esto es muy importante en películas que poseen una gran cantidad de mundos y de familias. Es muy difícil lograr una identificación cuando la cantidad de personajes es infinita, pero este film lo consigue.

El mayor problema de esta producción radica en los tiempos narrativos. La cinta entra en baches enormes donde el contenido carece de entretenimiento, se recurre a planos muy extensos de apreciación cinematográfica y se pierde un poco el hilo de la historia. Hay problemas, se resuelven y se vuelve a entrar en un vacío que alarga el film de manera burda e innecesaria. Esto hace que una producción magnífica se reduzca a una historia de aventuras sumamente extensa. Hay muchos minutos de película y muy poco camino recorrido en la historia principal de la misma. Esto hace que el espectador llegue a aburrirse en varias ocasiones.

En conclusión, DUNE es preciosa, impresiona y cautiva, pero, por momentos se hace extensa y densa en su contenido. Probablemente la vara estaba muy alta y eso hizo que ante ciertos baches sienta un poco de decepción. Para un disfrute auténtico de su cinematografía recomiendo verla en cines, incluso pienso que verla en casa puede llegar a ser una experiencia un poco densa. Gran película desde lo visual y sensorial, faltó un poco de genuino entretenimiento.

Por Leandro Gioia