Dragon Ball Z: La resurrección de Freezer

Crítica de Mariano Ojeda - Loco x el Cine

Esta película es una declaración de amor hacia los inicios, cuando Goku era un jovencito, donde todo era nuevo y divertido, la comida y las aventuras eran lo más disfrutable y nada, pero nada, podía salir mal. Debe haber sido nostalgia el motor de esta producción o, como se mencionó antes, amor incondicional hacia la historia y hacia los fans de todas las edades, especialmente para los más grandes, para los nostálgicos dispuestos al lagrimón.

Akira Toriyama retoma su obra maestra en vísperas de la nueva serie, Dragon Ball Súper, y continúa con la historia que inicio en “La batalla de los Dioses”, esa que dejó mucho que desear como largometraje. “La resurrección de Freezer”, dirigida por Tadayoshi Yamamuro y distribuida por 20 Century Fox, es la decimonovena película de la franquicia y la decimoquinta desde que Gokú es adulto. Al finalizar la proyección, la sensación no es diferente a la que deja su precuela: una historia larga, donde las peleas se hacen demasiado extensas, no por eso aburridas, y sin puntos de tensión como nos tiene acostumbrados los grandes enfrentamientos de los guerreros z contra los más malvados demonios y androides que supo enfrentar en la serie. Pero el tirano Freezer volvió. Su paso no tuvo ni ton ni son, lejos de ser el amenazante enemigo de la primera saga, este provocó más risas que temores. Pero hay que ser justos, es muy difícil concentrar una buena historia de Dragon Ball en 93 minutos de película, sobre todo cuando existen más de 150 episodios de anime para contar un conflicto como el del film.

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Los esbirros de Freezer, lejos de ser la potencia universal que solían ser, siguieron luchando en otros planetas. Al enterarse de la muerte de su jefe, no dudaron en poner manos a la obra para buscar a los residentes de Namekusei, mejorar la tecnología regenerativa y juntar las esferas del dragón para revivir a su líder. Luego de realizar largos viajes con un ejército menguante, Sorbet, sin más opciones, le queda viajar a la tierra aterrorizado por el poderoso guerrero que derrotó al tirano hijo de King Cold. Una vez allí, se encuentran con unos viejos “jóvenes” conocidos: Pilaf, Shu y Mai (la ahora nuera de Bulma), que siguen en su afán de juntar las siete esferas del dragón. Los Guerreros Z, con la notoria ausencia de Yamcha, Chaoz y los pequeños Goten y Trunks, llevaban sus tranquilas vidas sin sospechar el peligro que se acercaba. Por otro lado, Gokú y Vegeta estaban entrenando como siempre, pero ésta vez a las órdenes del glotón Wiss y a espaldas del enfadadizo Bills que disfruta de una plácida y larga siesta. En este contexto, Freezer reaparece con un as bajo la manga y con un deseo de venganza que fue incrementando en el infierno de la tierra.

La película está llena de chistes, emoción y grandes batallas. En cuanto a los personajes que le hacen frente a la invasión alienígena: Krilin, Ten Shin Han, el maestro Roshi, Gohan y Piccolo, se los nota más débiles pero con un mayor protagonismo que otras historias. Estos ya no están al borde de la muerte y tiene que ser rescatados por Gokú, sino que todo lo contrario, de lo mejor del film son las batallas de estos cinco más la aparición de Jaco, miembro de la patrulla galáctica. Dentro de estos cambios, también hay una notoria actitud por parte Gokú y Vegeta, diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Pero esto es preferible no describirlo y que usted, señor lector, saque sus propias apreciaciones.

¿Quién es Jaco, el Patrullero Galáctico? el personaje surge de la serie homónima creada por Akira Toriyama que conecta con Dragon Ball. El 13 de Julio de 2013 fue estrenada en la revista japonesa Weekly Shonen Jump número 33 y cuenta la historia de una especie de policía intergaláctico, al estilo Nova Corps de Marvel o Linterna Verde de Dc, que queda varado en la Tierra pero no por casualidad, su misión era detener a un saiyajin del planeta Vegeta. Tight, la hermana mayor de Bulma, es otra de las protagonistas de la serie. De esta manera, une franquicias, y por qué no, una prueba para incluir a este nuevo y carismático personaje para la serie que se estrena el mes que viene: Dragon Ball Súper.

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Guste o no, esta nueva película de Dragon Ball Z no aporta nada nuevo y es más de lo mismo en términos generales. Una fina mezcla entre batallas y humor, y como se mencionó al principio, un marcado esfuerzo por volver a las carcajadas que provocaba la obra de Akira Toriyama en sus inicios, sobre todo en el carácter del villano. Pero definitivamente, las artes marciales y el ki, enriquecidos visualmente por las nuevas tecnologías, una mixtura entre imágenes 2d y 3d, son de los mejor de la película. Sobre todo la de los guerreros z contra el ejercito de Freezer y la de Goku y Vegeta contra el, ahora dorado, hermano de Cooler.

Las transformaciones (uno de los puntos más criticados a priori) parecen más una parodia de sí mismos que algo pensado y justificado. Dos cambios en muy corto plazo, para colmo ascienden a los principales héroes al nivel de dioses, y dejan muy poco margen para que un enemigo los ponga realmente en peligro, sobre todo porque el Dios de la Destrucción, Bills, tampoco parece tener serias intenciones de rivalizar.

Porque la identificación auditiva es necesaria, los actores de doblaje son los de siempre: Mario Castañeda gritando el kame hame ha, no tiene precio. Las voces que tanto conocemos y caracterizan a los personajes están de vuelta salvo la del Maestro Roshi, quién posee un destacada participación en las batallas. Una pena.

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¿Qué se espera para el futuro? Muchas son las pistas que se pueden extraer en las últimas películas, y también son muchos quienes sueñan que en la nueva temporada animada de Dragon Ball Z, Gokú se enfrente a otros dioses y se convierta en alumno definitivo de Wills, caso que haga enojar por completo a Bills y se convierta en el enemigo definitivo.

En conclusión, La resurrección de Freezer es recomendable para cine, sin ser una obra maestra, los fans deben pagar la entrada para pasar un momento para el recuerdo por el despliegue de los personajes, por las nuevas pequeñas novedades y, sobre todo, las risas, efectivas como hace más de dos décadas. Además, sirve para aplacar la ansiedad por el inminente comienzo de la serie, que está a menos de 15 de su estreno en Japón por la cadena Fuji Tv.