Dragon Ball Z: La resurrección de Freezer

Crítica de Juan Pablo Losino - Cine y más...

Dos años pasaron desde la última vez que “Dragon Ball Z” pasó por los cines. En aquel entonces, Goku y sus amigos tuvieron que salvar a la Tierra una vez más, peleando contra Bills, el Dios de la destrucción. La lucha fue desigual, pero Bills perdonó a la Tierra tan sólo por los manjares alimenticios que ésta ofrecía.

En esta oportunidad, dos integrantes del ejército de Freezer llamados Sorbet y Tagoma, llegan al planeta para juntar las Esferas del Dragón con el objetivo de pedirle a Shenlong que reviva a su Emperador, lo cual consiguen y parten de vuelta hacia el espacio.

Freezer, resucitado y con su cuerpo regenerado, tiene como único propósito volver a la Tierra y vengarse de aquellos saiyajin que lo destruyeron y enviaron al infierno terrestre algunos años atrás, pero esta vez, no va a dejar nada librado al azar.

Mientras esperan por Goku y Vegeta -que se encuentran muy lejos entrenando con Whis en el mundo de Bills- y con la Tierra bajo amenaza de destrucción, Gohan, Piccolo, Krillin y el resto del grupo se convierten en la primera línea de defensa en contra del gigantesco ejército de Freezer.

Cuando ambos se teletransportan hacia el planeta, comienza una pelea titánica como las que sólo nos tiene acostumbrados la saga de Dragon Ball. ¿Quién ganará?

“Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer” es la película número diecinueve de la franquicia “Dragon Ball”, la decimoquinta de “Dragon Ball Z” y secuela de “Dragon Ball Z: La Batalla de los dioses” (2013). Mucha acción, comedia, gran calidad de animación y las inconfundibles voces de Mario Castañeda y René García como Goku y Vegeta, respectivamente -en la versión doblada par Latinoamérica-, harán que los fanáticos pasen, sin lugar a dudas, un gran momento.