Drácula

Crítica de Pablo Cuevas - Loco x el Cine

La sangre es vida.

Tal vez sea tiempo para finalmente aceptar que el cine de terror actual se encuentra bajo un nuevo enfoque que omitirá de sus historias a los clásicos monstruos que hace varias décadas asustaban a las audiencias de todo el mundo, dejando marca en la cultura pop de manera permanente. Tal vez desde el inicio de la saga Twilight, para bien o para mal, la icónica figura del vampiro en el cine ha cambiado totalmente y no ha vuelto a ser la misma.

Si estamos listos para aceptar que falta mucho para poder volver a ver una adaptación digna de la vasta mitología vampírica al cine (tal vez el último recuerdo fresco de una buena peli con estas fascinantes criaturas es 30 Days of Night), enonces no tendremos problema en digerir la primera cinta que protagoniza Luke Evans en su carrera, quien ya había demostrado ser un interesante elemento en películas de acción, como The Hobbit: The Desolation of Smaug y Fast & Furious 6.

Parte de una nueva iniciativa por parte de Universal para traer de vuelta a su galería de monstruos a la pantalla grande, Drácula: La Historia Jamás Contada, nos presenta una reinvención del origen del personaje alguna vez mitificado por el gran Bram Stoker. Es obvio para aquellos cinéfilos amantes de la obra de Stoker que esta nueva película está totalmente alejada de dicha novela y se centra mucho más en el género de acción y prácticamente olvidando su lado de terror. Si de por sí entrar a ver una peli con Vlad el Empalador de protagonista sabiendo que no es de miedo es bastante decepcionante, la cinta dirigida por Gary Shore no es, sorpresivamente, una causa perdida.

Como mencioné antes, si eres capaz de aceptar que Dracula Untold es une cinta de acción, entonces podemos analizarla correctamente. El guión inicia de manera débil y obedeciendo a los clichés de toda película épica (con todo y su narrador y secuencia animada) va creciendo en complejidad y desarrollando a los personajes de manera rápida, y si bien no muy completa, lo suficiente para entretener al espectador y a partir de ahí presentar esta nueva versión de Drácula. En uno de sus mayores aciertos, la cinta nunca trata de presentar a un príncipe Vlad “bueno”, simplemene como un ser atrroz que está dispuesto a cambiar y de ser posible, evitar que su hijo crezca sólo con la imagen de un guerrero despiadado como figura paterna. Nos guste o no, este enfoque es que se manejará en esta la franquicia, claro está, si los números en taquila son positivos. Los diálogos entre pesronajes son inteligentes y directos, lo cual es de mucha utilidad cuando se trata de una película de relativa corta duración, permitiendo que los mensajes principales de la trama se establezcan sin mayor complicación.

Los efectos especiales son satisfactorios, sin embargo, y de manera inexplicable en la era del cine digital, el espectador pasa mucho tiempo en la oscuridad. Y no me refiero a una oscuridad estética, sino a una oscuridad que literalmente te hace difícil disfrutar la escenas nocturnas como quisieras. Este error en la iluminación es tremendamente evidente durante unos largos 15 minutos que cansan a la audiencia antes de llegar al clímax. A pesar de lo anterior, las secuencias de batalla están bien realizadas y coreografiadas, siendo tal vez el mayor atractivo del filme: ver como Drácula solito puede contra miles de turcos.

En cuanto a las actuaciones, cabe destacar que son sólidas incluso cuando no hay muchos nombres de peso completando el cast. Luke Evans no ofrece un cambio mayor en su matiz de interpretación, lo cual puede no ser directamente su culpa., sino de una dirección que no deseaba llevar a Drácula a un plano más profundo de identidad. Atención con Sarah Godon, quien interpreta a la esposa del príncipe, un talento que ya habíamos visto brevemente en The Amazing Spiderman 2 y próximamente veremos mejor en The Girl King.

Personalmente, Dracula Untold superó mis expectativas iniciales, que si bien eran bajas, perfila a esta nueva visión como una entretenida manera de presentar a la leyenda a nuevas generaciones, con un interesante giro al final de la cinta que tal vez fue dedicado a complacer -y tratar de tranquilizar- a los miles de lectores que aguantaron toda la pelicula para disfrutar de un pequeño guiño al clásico Drácula que todos conocemos, y en secreto, idolatramos.