Drácula

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

La culpa la tiene la Marvel. Estos comiqueros del alma tomaron un puñado de superhéroes, los pusieron en manos de auténticos entusiastas, visionaron un universo compartido por dichos personajes, y buscaron a los actores mas carismáticos del momento para encarnarlos. Crearon un movimiento formidable, admirado por la crítica y el público, el cual se transformó en una máquina imparable de hacer millones. Al toque los estudios restantes comenzaron desesperadamente a buscar la manera de hacer algo semejante, sea la Fox - poseedora de los derechos remanentes de Marvel sobre otros personajes como Spiderman, los Hombres X, etc. -, la DC Comics - acostumbrada a trabajar a paso de tortuga, y ahora viéndose obligada a disparar una tonelada de vaporware (grandes anuncios y largas sagas proyectadas), cuando apenas rodaron titulos de éxito para un par de personajes (Batman y Superman), y habiendo fracasado de manera miserable en otros intentos como Linterna Verde o Jonah Hex -; y la Universal, el último estudio en subirse a la la movida con la extraña idea de hacerse un universo compartido con su panteón de monstruos clásicos (o una versión expandida y pulida del concepto subyacente en ese bizarro proyecto que terminó resultando Van Helsing). Dracula Untold es el primer paso de la Universal en tal sentido, esperándose nuevas versiones de la Momia, el Hombre Lobo y Frankenstein (y alguien por ahí dijo el Monstruo de la Laguna Negra?) en próximos años y algún mash up con todos ellos presentes, muy a la onda de Los Vengadores en un futuro cercano.

En tal sentido, Dracula Untold hace las veces de Dracula Begins. Para gente que recién nos lee (y ha vivido en otro planeta hasta hace un rato), diremos que Drácula es la creación literaria de Bram Stoker, surgida de su pluma en 1897. No es el primer chupasangre de la historia - Sheridan LeFanu lo antecede con sus crónicas de Carmilla en 1871 -, pero sin lugar a dudas estableció el modelo prototípico de vampiro - una criatura sexual y sedienta de sangre, un noble de antigua estirpe y oscuro pasado, un ser temeroso a los símbolos religiosos, la plata, el sol, etc, etc -, el cual sería copiado hasta la saciedad. Y si bien Drácula no es el primer villano de la literatura de ficción, por lejos debe de ser el más popular ya que su tragedia ha sido objeto de innumerables versiones, revisiones y copias, fruto de la fascinación que el personaje ejerce sobre las multitudes.

Yo soy un particular enemigo de las adaptaciones de Drácula. No entiendo la idea de adaptar una historia ultraconocida hasta el hartazgo, mas allá de la marketinera explicación de que se trata de un nombre popular disponible en el dominio público (y por lo cual no hay que pagar un céntimo por derechos de autor). Hay un puñado de versiones memorables, sea Nosferatu, la de Bela Lugosi, la de Christopher Lee, la de Frank Langella (que a mi juicio es la mejor y mas equilibrada) y la de Francis Ford Coppola... y el resto va de lo descartable a lo fallido y lo soberanamente aburrido. Dracula Untold toma un par de ideas de la versión de Coppola - la armadura roja, la visión romántica / trágica del protagonista (un héroe envuelto en el desencanto y convertido en un ser maldito por culpa de haber perdido a su gran amor en una circunstancia desgraciada) -y se dedica a elaborar una historia de origen. Es curioso notar que, de los miles de adaptaciones que hay de la historia de Dracula, ninguna se ha dedicado a explorar las causas que lo convirtieron en un vampiro (partiendo de las referencias que hace Stoker en la novela y que lo vinculan con Vlad Tepes, un tirano genocida que vivió en el reino de Wallachia - o Valaquia - en el siglo XV, y que asesinó a mas de 100.000 hombres, mujeres y niños mediante el empalamiento, convirtiendo a su reino en un espectáculo dantesco que aterrorizaba a sus enemigos). Digo: era un ser cruel cuyo vampirismo terminaba siendo la evolución natural de su ferocidad y su maldad - y que, como precuela, debería resultar tan fascinante como la historia narrada en la novela de Stoker -. El dato anecdótico es que Stoker no hizo una gran investigación de campo respecto al personaje sino que pasó un tiempo en una biblioteca, vió que este tipo había sido muy cruel, y optó por Tepes porque su sobrenombre - Dracula, que viene a ser "hijo del dragón" y que era el mote dado a los miembros de una orden de cruzados que combatían a los impíos infieles musulmanes - le parecía cool. No busquen explicaciones profundas, ni intenten razonar las contradicciones que existen entre la realidad histórica y la novela de Stoker; la verdad es mucho mas superficial. Hasta Stoker cometió el error de reubicar a Tepes en Transilvania en vez de Valaquia, algo que todas las adaptaciones (incluso ésta) insistieron en mantener por una cuestión de fidelidad con el original literario.

Y mientras las discrepancias se acumulan ya desde el mismísimo origen novelesco del personaje, ¿por qué pedirle fidelidad a una nueva versión que, para colmo, intenta transitar un camino nuevo e inexplorado?. A mi juicio, tan sólo por el hecho de animarse a contar la historia de origen de Drácula este filme merece una medalla desde el arranque. Resta ver hacia dónde apunta, y si lo hace con mayor o menor tino.

Ciertamente Dracula Untold es una falacia de enormes proporciones... pero la historia de Dracula narrada por Stoker también lo es, y no entiendo el por qué la necesidad de rasgarse las vestiduras. En todo caso, uno tiene que tomar las cosas en sus propios términos y darle tiempo para ver como se entronca con los pre-conceptos que todos tenemos sobre el personaje. Ciertamente la versión de Dracula: La Leyenda Jamás Contada es mas parecida a un comic de la Marvel que a la historia de Stoker. En vez de ser un bestial genocida sediento de poder - como te dice la Wikipedia -, este Vlad Tepes es un héroe atormentado que hace las cosas mas brutales con tal de defender a su pueblo. Para él, el empalamiento no es un hobby sino una estrategia de marketing para asustar a sus enemigos. Terminado el trabajo a las seis de la tarde, cuelga el sayo de empalador y se transforma en un saludable hombre de familia. Ciertamente es una versión que bordea lo absurdo, al menos si uno la analiza en términos sicológicos - semejante personaje debería ser como minimo un sociopata, de manera de carecer de culpa por matar a miles de tipos de semejante manera y continuar su vida con normalidad sin necesidad siquiera de tomarse un Valium a la noche; ¿cómo hace alguien para tener compartimientos estancos en su conciencia? -. Yo no tengo problemas en aceptar a Dracula como héroe legendario e incluso a Dracula como super héroe... pero es dificil empalmar esas visiones con la de Dracula empalador. ¿Primero los mataba y después los trinchaba como una brochette, lo que lo hacia mas humanitario? ¿O los empalaba vivos, demostrando un sadismo inmensurable?.

Como es un lider dedicado en cuerpo y alma a su pueblo, este Vlad Tepes decide aliarse con el demonio - el vampiro maestro que mora en la montaña y el cual le otorga sus poderes a cambio de una maldición eterna - para evitar la masacre de sus connacionales. En esos momentos - si uno se despega de la imagen clásica de Dracula y le da oxigeno al libreto para ver hacia donde va - Dracula: La Leyenda Jamás Contada obtiene un puñado de buenas escenas. Quienes se cargan sobre sus hombros el filme son Luke Evans y Charles Dance, los cuales destilan carisma y se relamen con sus parlamentos. A mi no me interesa que este tipo sea demasiado bueno y honorable como para después termine convirtiéndose en un tipo de smoking y capa roja que deprede virgenes en Inglaterra 4 siglos después; en todo caso cuatro siglos es tiempo suficiente como para armarle un capitulo intermedio que muestre la evolución de héroe trágico a figura oscura corrompida por el mal. En ese sentido esta génesis de Dracula está mucho mas lograda que la de, por ejemplo, Anakin Skywalker a Darth Vader. La versión de George Lucas de cómo un niño bobo que corría carreras en Tatooine evolucionó en el supremo asesino de la galaxia es, como minimo, lamentable y traída de los pelos, y eso que se tomaron el trabajo de rodar 3 peliculas para contarlo. Aquí las cosas tienen un justificativo y resultan creíbles, al menos en sus propios términos.

Dracula: La Leyenda Jamás Contada tiene buenas escenas. Este Dracula superhéroe se transforma en una bandada de vampiros, tiene visión térmica y ecodoppler incorporado, sana al instante, es alérgico a la plata y a los simbolos sagrados... Mientras que semejante frase hace parecer que todo esto es una verdadera idiotez (tal como suena), los resultados en la práctica son mucho mejores que lo esperado. El director Gary Shore obtiene escenas de formidable impacto visual - como Dracula en solitario enfrentándose al ejército turco en medio de una noche de tormenta, en donde las nubes iluminadas por los rayos semejan demonios flotando en el cielo -, hay buenas actuaciones, hay buenos diálogos y hay un trasfondo trágico que resulta bastante efectivo. Luke Evans es un notable actor y eleva con su perfomance la calidad del material; y si bien el filme tiene inconsistencias - mas que nada en el tono respecto del personaje, y le cuesta encastrarlo dentro de la mitología que ya conocemos de Dracula -, la historia es valida y entretenida si uno la ve con un espíritu alto y una mente abierta. No es ni por asomo el desastre que toda la critica clama y, en todo caso, éste pasa a ser otro ejemplo de un filme premiado por la asistencia del público, el cual lo valora como un entretenimiento válido sin centrarse demasiado en sus defectos de construcción.
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