Downton Abbey

Crítica de Rodolfo Bella - La Capital

La serie “Downton Abbey” generó una legión de fans alrededor del mundo, además de obtener tres Globo de Oro para tres de sus protagonistas. La serie tuvo seis temporadas durante las cuales se puso la lupa sobre parte de la historia y la sociedad inglesa durante la primera mitad del siglo XX a través del retrato de una familia aristocrática y su pequeño y leal ejército de sirvientes.

Aún para quien no haya visto la serie, la película resulta atractiva y funciona con la precisión de un reloj británico, aportando, como en la serie, dosis de intriga, suspenso y sobre todo de humor que, una vez más, tiene a Smith como la esgrimista más afilada en las batallas verbales. El nudo del relato, que transcurre en los años 20, es una carta que le anuncia a Robert Crawley, conde de Grantham y patriarca de la familia, que el rey Jorge V y la reina Mary se hospedarán una noche en la mansión, lo que genera toda clase de conflictos, desacuerdos y corridas tanto entre los nobles como entre el personal.