Downton Abbey

Crítica de Gimena Meilinger - Cuatro Bastardos

Downton Abbey: Un bello capítulo más.
Cuatro años después del final de la serie homónima, Michael Engler (director de algunos episodios) se pone tras las cámaras de esta película que vuelve a reunir a nobles y criados en la mansión de la campiña inglesa.
Cualquiera que fuera admirador de la serie británica se dará cuenta que la película sirve como continuación de todo lo que sucedía en la abadía: desde los arrebatos de Daisy (Sophie McShera) a la estirada presencia de Lady Mary (Michelle Dockery), el tradicionalismo de Carson (Jim Carter), los comentarios ácidos de la Condesa Viuda (Maggie Smith), la atractiva rebeldía domesticada de Branson (Allen Leech), la amistad interclasista que ofrece Anna (Joanne Froggatt) o el mal carácter de la señora Patmore (Lesley Nicol) entre muchos otros personajes que se pasean por el castillo que ofrece un análisis de la situación socio-política de principios del siglo XX.
Esta vez, el creador Julian Fellowes, guionista de la serie y la película, centra toda la acción en los preparativos que deben hacer en el Highclere Castle (Hugh Bonneville y Elizabeth McGovern) para recibir a la Familia Real, que tiene previsto hospedarse en la casa. Probablemente, incluso los más neófitos en el universo de la serie puedan acercarse sin problema a esta nueva entrega, ya que la historia es sumamente sencilla. La visita de los reyes Jorge V y María de Inglaterra al imponente castillo de los Crawley y cómo eso afecta tanto a los nobles como al personal de servicio. En la película hay drama y mucha comedia. Lo más divertido, como siempre, es protagonizado por el mayordomo Carlson, ya jubilado pero excepcionalmente recuperado para ocasión, y su enfrentamiento con el mayordomo enviado por la Casa Real. La aparición de Lady Bagshaw (Imelda Stauton), un nuevo personaje, encarnará una graciosa relación amor-odio, con Violet Crawley (Maggie Smith). Todo el reparto es ostentación pura, aunque sobresalen Imelda Stauton y Maggie Smith. El espectador sólo desea que la cámara las enfoque ya que la combinación es sencillamente explosiva.
Volvamos ahora sobre la aclamada serie: 6 temporadas emitidas entre 2010 y 2015, con una de las mejores ambientaciones, 52 episodios, despedida triunfal con un especial de Navidad del 25 de diciembre de 2015. Terminó debido a que la legendaria actriz Maggie Smith deseaba dejar descansar a su papel y pasar página. Sin embargo, los fanáticos se quedaron con ganas de más, lo que ha hecho posible su retorno.
Los protagonistas son la familia Grantham y sus sirvientes. Todos viven en una gran mansión y forman parte de la aristocracia rural inglesa que vio cómo su forma de vida empezaba a decaer después de la Primera Guerra Mundial. Para cuando llega la época en la que se ambienta la película, esos nobles de la campiña están muy cerca de desaparecer tal y como eran conocidos entre los siglos XVIII y XX. Los personajes se dividen entre los de las plantas de arriba (la familia) y los de las plantas de abajo (los criados). En los primeros encontramos a Lord Grantham (Hugh Bonneville) y Lady Grantham (Elizabeth McGovern). Él era un noble con título, pero sin dinero, que se casó con una heredera estadounidense que tenía la fortuna y cuyos padres ansiaban un título. Tuvieron tres hijas: Mary (Michelle Dockery), Edith (Laura Carmichael) y Sybil (Jessica Brown-Findley). La tercera murió en el parto de su hija, y la primera es la heredera de Downton pero, para ello, debía casarse con algún hombre de la familia que pudiera ser el heredero legítimo de Lord Grantham. Además, está la Condesa viuda, la madre de Lord Grantham (Maggie Smith), con un don para las frases ácidas e hirientes, y a Isobel Crawley (Penelope Wilton), madre de Matthew, el primer marido de Mary y padre de su hijo. También hay que contar con Tom Branson (Allen Leech), antiguo chófer de la familia y viudo de Sybil, y con Henry Talbot (Matthew Goode), actual esposo de Mary.
Entre el servicio, los principales personales son la señora Hughes (Phyllis Logan), ama de llaves, y el mayordomo Carson (Jim Carter), que fueron desarrollando una tierna historia de amor a lo largo de la serie. Encontramos también a la cocinera jefe, la señora Patmore (Lesley Nicol) y a su ayudante, Daisy (Sophie McShera), a la que era la doncella de Mary, Anna (Joanne Frogatt), que está casada con el antiguo asistente de Lord Grantham, Bates. Y luego está Thomas (James Collier), un sirviente que ha tenido algún encontronazo con la ley porque es homosexual, y eso estaba considerado un delito en la Inglaterra de la época.
La película, en sí, es intrascendente, aunque gracias a los maravillosos diálogos, interpretaciones y la ambientación, es posible sentirse otra vez en la mansión emblemática. Logra ser un exponente visual poderoso, mientras que en el plano argumental se queda lo anecdótico, pareciendo un episodio de la serie alargado. Vale tener en cuenta que la decisión más inteligente es la inclusión de muchísimo humor, ya que está repleta de golpes propios de la mejor comedia británica, lo que aligera mucho su visionado.
Michael Engler, que ya había dirigido 4 capítulos, prueba la calidad de la serie al utilizar los mismos espacios, el mismo vestuario y los mismos recursos estilísticos, y que todo funcione bien en la pantalla grande. El guion de Julian Fellowes es efectivo al generar momentos románticos, dramas y diversión. En líneas generales es una película muy bien filmada, entretenida, agradable y, sobre todo, muy clásica. En suma, los amantes de la serie no pueden perderse esta película, pero es valioso que puede ser disfrutada como película de época por alguien ajeno al fenómeno mundial.