Downton Abbey

Crítica de Damián Serviddio - Conexión abierta

Cuatro años después del final de la serie, la más costosa producida por Masterpiece para la televisión británica, Downton Abbey hace su arribo magistral a los cines. Con toda la pompa y el lujo que el programa televisivo nos tuvo acostumbrados a lo largo de seis magníficos años, el elenco completo regresa para reinterpretar sus roles, aunque con pocos minutos en pantalla para cada uno. La historia, inspirada en la visita real del Rey George V a la mansión de Wentworth Woodhouse, se sitúa en el verano de 1927, dos años después de episodio final. Los reyes enviaron una carta anunciando su estadía en Downton durante los festejos que se realizarán en Yorkshire: desfile militar, cena de gala y baile en Harewood House. El anuncio pone patas para arriba la calma campestre del lugar: los Crawley comienzan los preparativos contrarreloj y sus empleados no podrían estar más emocionados y nerviosos al mismo tiempo. Para algunos servir a los reyes será el momento más importante de sus vidas, para otros, el más estresante. Cuando los enviados de la Corona lleguen con las indicaciones de cómo hay que hacer todo durante esos tres días, los planes de la familia Crawley podrían tambalear.