Downton Abbey: Una nueva era

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La primera sensación que tendrán los fanáticos de la serie, con ese castillo, su familia y sus vidas plagadas de tradiciones, con amores, odios, sabiduría y torpezas, ese mundo de los aristocrático  y de quienes son sus sirvientes, es revisitar un universo conocido, un reencuentro. Pero también es una vuelta de tuerca para seguir sacándole el jugo a una creación de Julian Fellowes que derivó en una atracción globalizada que tiene seis temporadas, 52 capítulos y una segunda película que tiene un público cautivo asegurado. Así como en el primer largometraje la visita del rey ponía todo patas para arriba, aquí el gran misterio corresponde a la matriarca de la familia que ha recibido como herencia una villa en el sur de Francia, de parte de un noble francés. De ese hecho surgirán no pocos conflictos de herencia, orígenes y razones. Pero los que se quedan en el lar familiar aceptan que se filme una película porque con lo que les pagan arreglaran el techo con goteras del castillo. Pero además es el momento de transición entre el cine mudo y el parlante. Y por si esto fuera poco hacia el final a toda orquesta,  muy bien logrado hará que los fanáticos que preparen los pañuelos.