Dovlatov

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

La de Serguéi Donátovich Dovlátov es una de las tantísimas historias de artistas silenciados por el régimen soviético. Filmado en CinemaScope, toda una extravagancia para esta época, este estilizado largometraje de Alexei German Jr. -hijo de un popular cineasta ruso también perseguido por las autoridades de su país- condensa en seis días de principios de los años 70 la enorme frustración que sufrió este escritor de origen judío que nunca llegó a ver publicada su obra en vida y que recién en los años 90 se volvió famoso en Rusia gracias al interés que despertó tanto en la crítica como en los numerosos lectores que lo descubrieron.

La historia, está claro, es muy dramática, pero German Jr. le imprime un humor mordaz que la aliviana y consigue que su protagonista genere empatía aun cuando las circunstancias lo terminen cargando de amargura y de cinismo. Mientras intenta, sin éxito, ser admitido por una rígida Unión de Escritores (única chance para editar los textos que produce), Dovlátov gana dinero para llevar una vida apenas austera trabajando como cronista periodístico destinado en los astilleros de Leningrado.

La inteligencia maliciosa y el sutil manejo de la ironía alimentan el temperamento de este personaje en pugna con un entorno agobiante. El serbio Milan Maric logra transmitir con eficacia cada sinsabor provocado por esa pelea de un solo hombre contra el peso de un sistema opresivo.