Dos locas en fuga

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

En la nueva película dirigida por la coreógrafa Anne Fletcher (“La Propuesta”,”27 Bodas”, “Step-Up: Camino a la Fama”), Reese Witherspoon y Sofia Vergara -muy lejos del título original- son “Dos Locas en fuga”.

El argumento, bien pero bien simple, cuenta la historia de la oficial Copper (Whiterspoon), una estricta e inepta oficial de policía que sigue las normas al pie de la letra y que -al momento- se encuentra relegada a trabajo de escritorio en el cuarto de evidencias, debido a un incidente en la vía pública que no voy a revelar para no arruinar la sorpresa.

La situación pronto cambia para esta mujer que -de niña- embebió el trabajo policíaco en el asiento trasero del patrullero de su padre, cuando se le encomienda proteger y escoltar a la sensual y extrovertida viuda de un narcotraficante, la Sra. Riva (Vergara), ya que la voluptuosa latina tiene que testificar, en Dallas, contra el mafioso líder de un cartel de drogas llamado Vicente Cortez (Joaquín Cosio).

A medida que atraviesan Texas, en el camino son confundidas con criminales en fuga, perseguidas por policías corruptos y pistoleros homicidas, lo cual, supuestamente tendría que haber provocado situaciones bastante alocadas e hilarantes, pero el guión escrito por David Feeney (serie “New Girl) junto a John Quaintance, Katherine Silberman (ambos de la serie “Ben & Kate) y Dana Fox (“Locura de amor en Las Vegas”), desaprovecha un poco a las actrices protagónicas, sobre todo porque son una dupla muy opuesta, elemento del que se podría haber sacado provecho de manera más inteligente.

Lamentablemente, sucede todo lo contrario en gran parte de la película. La trama, aunque por momentos efectiva y con alguna pizca de acción forzada, se limita a exagerar todas las situaciones. Y en cuanto al desempeño actoral, las chicas están bien; lástima que gritan mucho, innecesariamente, en casi todas las escenas.

Se burlan de sí mismas. Reese, de su poca altura y el cuerpo diminuto mientras que Sofía, de su exageración latina, su edad y la pronunciación que caracteriza a la colombiana, quien -si bien es divertido escucharla- abusa de este recurso, algo ya visto en “Modern Family”.

Aunque banco mucho a esta dupla (la química entre ellas es algo muy positivo), y la película no es un aburrimiento total, me da la sensación que aquellos aspectos que -de antemano- me llevaron a pensar que esta comedia iba a estar genial, la misma se queda a mitad de camino, ofreciéndonos tan sólo algunas risas. Podría haber estado muchísimo mejor.