Dorados 50

Crítica de Francisco Mendes Moas - Cine Argentino Hoy

“Dorados 50” de Víctor Cruz y Alejandro Vagnenkos. Crítica.
Como adelanta el subtítulo: “Una comedia documental”.
Francisco Mendes Moas Hace 1 hora 0 5
Mucho se habla de la crisis de los 30, ese momento específico de la vida donde se replantea como avanzamos con los planes delineados en nuestra infancia y cómo continúa el camino a partir de ahí. Para quienes la sobreviven, unos años después llega la crisis de los 50, diferente, pero similar. Se pone en la balanza lo vivido, ya sabiendo que se recorre la última mitad de la carrera. En este punto comienza “Dorados 50”, el documental de Víctor Cruz y Alejandro Vagnenkos, la cual se podrá ver desde el 9 de septiembre por Cine.ar de manera gratuita, por una semana, y en algunas salas del país.

Ya con medio siglo encima, Alejandro sigue corriendo maratones, pero como muchos deportistas, mientras lo hace es cuando su cerebro comienza a maquinar dudas. Sus padres acaban de llegar a las bodas de oro y él está por cumplir 30 años de conocer a su pareja. Compararse resulta obvio, en una época donde todo es tan efímero, ¿cómo se consigue perdurar una relación por tantos años? ¿Es posible actualmente? Las respuestas no las tiene Alejandro, pero tal vez las longevas parejas entrevistadas, si.

Todos los caminos suelen llevar a Roma en el momento en que un artista se obsesiona con algún tópico o entra en crisis de alguna manera. Los pintores lo reflejan en su obra, los escritores lo ponen en palabras y los cineastas hacen películas. Emerge casi involuntariamente como una herida abierta que necesita ser sanada. Al mismo tiempo también es algo más fácil, ya que significaba hablar de algo de lo que uno ya conoce y tiene internalizado. Jerry Seinfield, lo expone muy bien en su monólogo sobre cómo los comediantes hacen siempre chistes de aviones o aeropuertos, ya que es algo que para ellos es muy común.

Pero lo que no es común es el enfoque que le dan los directores al documental. En una época donde todo pasa extremadamente rápido y dura aún menos, ellos eligen apostar a una idea de amor romántico duradera. De manera honesta y sensible, buscando escuchar y entender lo que tienen para decir estas personas. En lugar de criticarlo, buscan reflejarse de a ratos en los mismos, por otros despegarse completamente, a pesar de ser parte de diferentes generaciones.

Con resultados más que interesantes, podemos ver como el amor romántico entre dos personas muta con el tiempo, los abrazos, los besos, hasta el sexo es diferente, pero siguen existiendo. Además demuestra cómo a este no le importan los géneros, ni las edades, aun a edades avanzadas se puede encontrar el amor, como lo vemos en Maria Ines y Roberto. Apostando por la constancia, la lucha por superar los escollos, por un amor que pareciera, hoy en día, propio de otra época.

Víctor Cruz y Alejandro Vagnenkos, eligen sacar la cámara de la crisis y el conflicto que es donde suele ubicarse, para posicionar del lado del cariño y el humor. “Dorados 50” surge de una crisis de mediana edad, que consigue mirar lo que queda de camino de una manera luminosa y optimista. Capaz de sacarle una sonrisa al espectador más hosco y alguna lágrima al más frío, “Dorados 50” nos grita: ¡que lindo el amor carajo!