Donde viven los monstruos

Crítica de Pabela - La Cinerata

Siempre recuerdo con vehemencia la primera clase de Literatura Infanto-Juvenil en la que el profesor nos aclaraba que en realidad no existía- o no debería existir- esa categoría o definición. Lo que existen son lectores ideales que pueden ser niños, jóvenes o adultos al cual el artista intenta hablar .Por eso de entrada afirmo que en las pocas líneas que consta el relato de Maurice Sendack uno entiende con qué maestría supo reflejar no sólo el mundo infantil con sus miedos y fantasías, sino llevar al adulto que leía el relato a una comprensión más profunda de lo difícil que es crecer, convivir y encajar en el mundo adulto siendo niños y que los niños en definitiva no viven en una burbuja, ellos también padecen los miedos y frustraciones, las culpas y exabruptos que muchas veces nos reservamos sólo para nosotros incomprendiéndolas en los más chicos. Todo lo cual parecieramos olvidar cuando crecemos.
Y considerando que llevar un texto literario al cine es realmente más difícil aun, es todavía mucho más sorprendente cómo Spike Jonze y Dave Eggers escribieron un guión (con constantes consultas a Sendak) que terminó por completar aún más magníficamente ese relato.Porque el argumento no es otro que el de un niño con mucha imaginación que un día hace enojar a su madre y en plena discusión-bastante violenta por cierto- termina huyendo de casa y después de "vagar por bosques y mares" llega a la tierra de estos monstruos tan encantadores como temidos.
Regodeo de psicólogos y pedagogos, este film es uno de los más simbólicos que he visto este año, auténtica alegoría de un sinfín de temas como el enfrentamiento con nuestro monstruo interior- como dice el poster, "todos llevamos uno dentro"- las inadaptaciones sociales, las soledades, la amistad, el amor, la familia, los modelos, los celos. Es que nada, nada queda sin contemplarse en este mini universo de Max, un niño interpretado por Max Records, al que todos no alaban en vano, gran actor está ganando la industria con este pequeño demonio

_Eres el dueño de este mundo!.-

En esta época de pleno 3D, digitalizaciones y otras yerbas, sigo insistiendo que el hecho que Jonze haya apelado a utilizar marionetas en este film y que siga siendo efectiva, es más que notable. El haber convocado a la Jim Henson Company, la misma de la genial Laberinto o los Muppets no es para nada gratuito.Da esa atmósfera de nostalgia que muchos de los que pasamos los 30 vamos a apreciar más que ninguno. El mismo Jonze se cansó de defender este proyecto al que todo el mundo quería llevar a la animación, y lo aplaudo más que nunca. Le dio además un toque que para mí- apreciación totalmente personal- me sonó a ochentoso donde era más creíble seguramente encontrar niños que se refugiaran en su imaginación para evadirse y no detrás de un teclado o Joystick como los niños de ahora. Estos montruos son semblanza del los famosos amigos invisibles!. ¿Conocen algún niño que ahora tenga uno?. Pura armoniosidad entre fondo y forma, con Donde viven los monstruos se disfruta con todos los sentidos, con los seis!, porque así como la música es sensacional (gracias a Karen O.) y la fotografía inquietante- y digo inquietante porque hasta los contraluces enamoran tanto como perturban- lo emotivo no falta y no hablo del lloriqueo sentimental sino de la verdadera identificación con Max y cada uno de sus alter egos en su camino... redentor(¿?).

-La felicidad no es siempre el mejor camino para ser feliz-

Muchos le han criticado muchas cosas a este film: que es emocionalmente manipulador, que queda bien parado desde lo visual, que con tanta tecnología a la mano es un desacierto la estética que usa, que el argumento es simplón!. Yo no prejuzgo a quienes este film no les haya gustado, ciertamente hay público para todo, quizá no los entienda como muchos no entenderán cómo padecí Moon!, pero sí les recomiendo verla. Verla sabiendo que serán inmersos en un film contemplativo, psicológico, un drama. Pero a la vez, si bien no es un film "infantil", y si bien tiene sus escenas de tono virulento, no está mal dejar que los chicos la vean. Mi hija- ya saben mi gran compañera cinematográfica a veces y testeadora- quedó encantada al verla, siempre con las explicaciones pertinentes tras estar subtitulada, claro, y para prevenir algún susto en las actitudes de estos monstruos tan temibles como adorables.