¿Dónde estás, Negro?

Crítica de Germán Morales - Proyector Fantasma

Doble personalidad

Al empezar con una figura tan popular como clásica, ¿Dónde estás, Negro? genera el interés de todos los que tenemos un aprecio por la cultura popular y las figuras del espectáculo de la ciudad de Buenos Aires. Estamos hablando de Chasman y Chirolita, el ventrílocuo y su muñeco que conquistaron el ambiente artístico y televisivo de la cultura porteña de los años sesenta y setenta, así el film de Alejandro Maly comienza por su lado nostálgico y de añoranza de otra época. Conocemos al personaje Chasman y a Ricardo Gamero, sus orígenes, su pasión y dedicación por lo que hacía, pero lo más importante que toca la película es cómo Chasman vivía la relación con Chirolita, su amor, las manías y la forma en la cual el muñeco terminaba opacando al ventrílocuo.

A través de este eje, el film gira su mirada hacia la profesión y la locura (bien dicha) que implica. En la manera en que se desarrolla esta relación entre los ventrílocuos y sus muñecos, que va desde la catarsis, el desahogo y la múltiple personalidad. Una pasión real que se vive más allá de la profesión. Las personas que se involucran en ello lo hablan con una convicción que termina llegando al espectador.

El film recopila una buena cantidad de anécdotas y personajes que vale la pena escuchar, con un buen material de producción, tanto televisivo como de celebridades. Todo esto hace de ¿Dónde estás,Negro? un lindo documental sobre una disciplina clásica del entretenimiento moderno.