Don Gato y su pandilla

Crítica de Carlos Folias - Puesta en escena

La gran mayoria de los que fuimos chicos en la década del 60 o en los años posteriores recordamos con afecto la famosa serie animada de Hanna y Barbera “Don Gato y su pandilla” que veíamos en Argentina en nuestra “tele”en blanco y negro. Los creadores de “Tom y Jerry”, William Hanna que escribía las historias y Joseph Barbera que hacía los dibujos, desde finales del 50 en adelante crearon infinidad de “dibujos animados” como “Los supersónicos”, “Los picapiedras”, “El osos Yogui”, “El lagarto Juancho”, “La tortuga Dartañan” y tantos otros que junto a Don Gato acompañaron a los chicos al volver del colegio o mientras tomaban la leche, en épocas donde aún la tecnología no había inventado los celulares, las consolas ni las computadoras.

Los 30 episodios que se realizaron de Don Gato en 1961 en los Estados Unidos fueron un éxito en América latina y en especial en México y Argentina. Los más jóvenes lo han visto por primera vez a través del canal Cartoon Network en la década de los 90.

Hoy en coproducción argentina-mexicana vuelve para el cine la pandilla de los callejones urbanos a hacer de las suyas. La estructura general y los gags son similares a la original, lógicamente adaptados a los cambios tecnológicos y estéticos producidos a 50 años de la creación original. Don Gato puede darse el lujo de vivir en la calle entre tachos de basura y junto a sus amigos procurarse todo lo necesario, incluso chicas (gatitas) y divertirse a lo loco (la ficción, lejos de la UCEP y otras no tan divertidas realidades, permite esas cosas). Don Gato siempre provocará sonrisas al igual que sus singulares amigos (Demóstenes, Cucho, Panza, Espanta, Benito Bodoque) y tendrá que vérselas con la policía (vuelve el inocente Matute) y los malos de turno.

Notables dibujos con mucha acción y color acompañados con el toque musical jazzístico característico de la serie original. El doblaje de las voces contó con el trabajo del reconocido artísta mexicano Jorge “Tata” Arvizú que ya lo hiciera en el 61 dándole voz a Benito y Cucho, y el de Raúl Ayana en el caso de Don Gato (en la serie a cargo de Julio Lucena fallecido en el 85).

La película se extrenó en México en el mes de setiembre con gran afluencia de público y en nuestro país el jueves 13 de octubre. Sin duda que presenta diferencias con la serie de los 60, realizada para 30 minutos de televisión, tanto en la historia y en el ritmo como en la contundencia de algunos remates de humor. No obstante, es una gran oportunidad para los grandes de reencontrarse con uno de los recordados “dibujos” de la infancia y compartir la diversión con los más chicos y todos saldrán del cine más que felices. Una producción de calidad y un género en el que, al revés que en otras películas, los pochoclos y las gaseosas son bienvenidos.

En Argentina contamos con gran cantidad de profesionales con talento que trabajan en animación y que periódicamente presentan sus creaciones de calidad pero no en la cantidad deseada. Es esperable que en los próximos años, ley de medios mediante y muchos más “Pakapakas” en el aire, se potencie la actividad y se abran mayores espacios de producción y exhibición de un género y de un público que se lo merece.